Desde que el terremoto de Gorkha causó la muerte de casi 9.000 personas en abril de 2015, Nepal ha emprendido un lento y arduo camino hacia la recuperación. El vibrante patrimonio cultural nepalí de monumentos, lugares religiosos, artesanía, festivales y prácticas tradicionales ha sido clave en este proceso.
La reconstrucción del patrimonio en Nepal ha tenido como prioridad el Valle de Katmandú, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y ha recibido grandes cantidades de ayuda internacional. Pero esta reconstrucción también se ha convertido en fuente de crecientes tensiones entre las instituciones mundiales, la política nacional y las aspiraciones locales.
La ciudad de Bhaktapur alberga una de las siete zonas de monumentos del valle. Ha emprendido una novedosa forma de recuperación dirigida por la población local, centrándose en el patrimonio construido para restaurar su potencial turístico y, lo que es más importante, reconstruir la vida de la comunidad y la capacidad de recuperación de los residentes.
Patrimonio en recuperación
Bhaktapur está a 13 km de Katmandú y tiene una población de 82.000 habitantes. La ciudad tiene una larga historia que se remonta al siglo XII como sede destacada del poder de la dinastía Malla.
La plaza central de Durbar, un conjunto de palacios, templos y casas de descanso, muestra siglos de historia, arquitectura y artesanía. Declarada Patrimonio de la Humanidad en 1979, a Bhaktapur se la conoce como la ciudad del «patrimonio vivo», con más de 130 lugares de interés y un calendario anual de festivales, procesiones y artesanía.
Bhaktapur sufrió mucho en el terremoto, con más de 300 muertos y 2.000 heridos. Más de 30.000 casas y 116 monumentos sufrieron daños importantes.
Para los residentes, la reconstrucción del patrimonio es un signo destacado y tangible de la recuperación tras el terremoto, que ofrece un renovado sentimiento de orgullo local. Los lugares que se reconstruyen no son simples monumentos para que los visiten los turistas, sino lugares esenciales para la vida pública: templos para el culto y casas de descanso para las reuniones de la comunidad.
El presidente de uno de los comités de usuarios locales, Ram Hari Kora, me cuenta por qué es voluntario para la reconstrucción del patrimonio: «Todos estos monumentos son propiedades dejadas por nuestros antepasados. También tienen un significado cultural»
Continuar celebrando festivales se ha convertido en la forma que tiene la ciudad de volver a la normalidad. El festival anual de agosto, Gai Jatra, conmemora a los muertos mediante una serie de rituales y procesiones de una semana de duración por la ciudad.
Las imágenes de los familiares fallecidos forman parte de las procesiones, acompañadas de bailes desenfrenados y enérgicos, trajes tradicionales y máscaras.
En 2015, el festival ofreció a los lugareños la oportunidad de compartir el duelo colectivo.
Patrimonio global, acción local
Cinco años después, se ha completado cerca del 80% de los trabajos de restauración y reconstrucción en Bhaktapur. Los comités locales de consumidores se encargan de las finanzas y la planificación de los distintos proyectos. Los fondos se complementan con donaciones de dinero y materiales de construcción por parte de los residentes, y los lugareños se ofrecen como voluntarios para trabajar en las obras de reconstrucción.
El residente de Bhaktapur Deepesh Raj Sharma recuerda cómo, tras el terremoto, los residentes se unieron para catalogar y almacenar fragmentos importantes de varios templos que se habían caído para garantizar su seguridad.
«Proteger nuestro patrimonio y la riqueza de nuestros antepasados forma parte de nuestro deber hacia la comunidad», afirma.
En marcado contraste con sus vecinos Katmandú y Patan, Bhaktapur mantiene un alto grado de autonomía en la reconstrucción. Menos del 10% de los sitios del patrimonio de Bhaktapur han sido asignados directamente al Departamento de Arqueología de Nepal. La ciudad es famosa por haber rechazado más de 10 millones de dólares (16 millones de dólares australianos) de financiación extranjera del Banco Alemán de Desarrollo en 2018 por desacuerdos sobre la forma en que se encargarían y ejecutarían los proyectos de reconstrucción.
Varios enfoques locales entran en conflicto con las directrices internacionales sobre la protección del patrimonio, lo que ha provocado las críticas de los expertos en conservación. El uso de nuevos materiales y técnicas y la falta de documentación e investigación detallada son preocupaciones constantes.
Pero la mayoría de los lugareños a los que entrevisté están satisfechos con el progreso constante que es visible en la ciudad. Muchos tienen un claro sentido de propiedad de la recuperación del patrimonio de su ciudad.
El estudiante de literatura Samriddhi Prajapati me dice: «La reconstrucción en curso del patrimonio me enorgullece, porque así podemos preservar nuestra cultura y fomentar el turismo al mismo tiempo.»
No todo el patrimonio, no toda la gente
Desgraciadamente, no todos los edificios patrimoniales de Bhaktapur han recibido el mismo cuidado.
Mientras que el patrimonio público y comunitario ha recibido una atención y financiación constantes, muchas casas privadas han desaparecido convertidas en montones de escombros. Las casas que han sobrevivido han languidecido.
Las viviendas deben cumplir con estrictos reglamentos para poder optar a los incentivos de financiación, lo que provoca conflictos que ralentizan la reconstrucción. La preocupación por la seguridad y la eficiencia también prevalece sobre el patrimonio, por lo que casi todas las casas nuevas se construyen con materiales modernos. El envejecido parque de viviendas de la ciudad está siendo abandonado o sustituido.
El patrimonio no es una prioridad para todos los residentes de Bhaktapur, en particular para sus comunidades más pobres y marginadas, que tienen preocupaciones más inmediatas sobre la vivienda, la alimentación y el empleo. Para ellos, la recuperación es un sueño lejano y el patrimonio un lujo.
Pero el proceso de recuperación del patrimonio de Bhaktapur aprovecha su pasado para su futuro, creando resiliencia ante los desastres y fomentando los lazos sociales y culturales al tiempo que reconstruye la identidad local y nacional.
Como me dice la guía turística Sahana Chitrakar: «La gente puede ver su reflejo en el patrimonio, puede ver a sus padres y abuelos, por lo que quiere conservarlo para el futuro».