Colecistitis Diagnóstico de enfermería Intervenciones y planes de cuidados

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Colecistitis. NCLEX Review Care Plans

Guía de estudio de enfermería sobre la colecistitis

La colecistitis es una enfermedad caracterizada por la inflamación de la vesícula biliar.

La vesícula biliar es un órgano con forma de pera situado en el cuadrante superior derecho del abdomen, justo debajo del hígado. Actúa como almacén de la bilis, un líquido elaborado por el hígado que ayuda a la digestión de las grasas.

La colecistitis puede producirse debido a tumores, problemas en los conductos biliares, infecciones u otras enfermedades, pero la presencia de cálculos biliares suele ser la causa de la inflamación en la mayoría de los casos.

Se puede clasificar como colecistitis aguda si es de aparición repentina, y colecistitis crónica, si la afección persiste durante mucho tiempo.

La colecistitis puede dar lugar a complicaciones que ponen en peligro la vida si no se trata con urgencia. La cirugía suele ser el mejor tratamiento para esta afección.

Signos y síntomas de la colecistitis

Los signos y síntomas de la colecistitis suelen desencadenarse por la ingesta de una comida de gran volumen y rica en grasas.

En el caso de la colecistitis aguda, el dolor es constante y de aparición repentina.

  • Dolor en el cuadrante superior derecho del abdomen
  • Dolor epigástrico que puede irradiarse al hombro derecho o a la escápula
  • Dolor a la inspiración durante la palpación (signo de Murphy)
  • Dolor y rigidez abdominal
  • Indigestión
  • .

  • Calentamiento
  • Flatulencia
  • Náuseas
  • Vómitos
  • Fiebre
  • Masa en el cuadrante superior derecho (puede estar presente a la palpación)
  • Taquicardia
  • Signo de deshidratación

Cuando hay obstrucción biliar, pueden aparecer los siguientes síntomas:

  • Jaundia
  • Prurito
  • Orina anaranjada y espumosa
  • Heces grasas (esteatorrea) y heces de color arcilla

Causas de la colecistitis

La presencia de cálculos en la vesícula biliar puede obstruir el conducto cístico, el conducto por el que fluye la bilis después de ser liberada.

Esto provoca distensión e interrupción del flujo sanguíneo y del drenaje linfático. Con el tiempo, esto hará que la bilis se acumule, dando lugar a una inflamación e infección, que puede conducir a la perforación de la vesícula biliar si no se trata.

La inflamación también puede deberse a diversas afecciones, como la presencia de un tumor que impida el correcto drenaje de la bilis, la obstrucción del conducto biliar debido a un pliegue o una cicatriz, y problemas en los vasos sanguíneos provocados por ciertas enfermedades.

Factores de riesgo de la colecistitis

  • La existencia de cálculos biliares es la principal causa y factor de riesgo para desarrollar la enfermedad. Los cálculos biliares pueden formarse a partir de diferentes materiales como la bilirrubina y el colesterol.
  • Ciertas enfermedades que pueden causar un exceso de bilirrubina, calcio y colesterol aumentan la probabilidad de desarrollar cálculos biliares.
  • El género, la edad y la obesidad. Aunque la colecistitis puede afectar tanto a hombres como a mujeres, el riesgo de adquirir la enfermedad de la vesícula biliar es más frecuente en las mujeres, en los pacientes obesos y en los que tienen más de 40 años.
  • Genética. La formación de cálculos biliares también puede ser hereditaria, por lo que tener antecedentes familiares también aumenta la posibilidad de padecer la enfermedad.
  • Embarazo y parto. El trabajo de parto prolongado durante el parto y el embarazo puede aumentar aún más el riesgo de padecer colecistitis.

Complicaciones de la colecistitis

Si se deja sin tratamiento, la colecistitis puede desarrollar complicaciones graves como:

  1. Infección de la vesícula biliar. La bilis puede infectarse si hay acumulación de bilis, causando. colecistitis.
  2. Muerte tisular y gangrena. La muerte del tejido es una complicación que se observa con frecuencia en los ancianos, las personas con diabetes y las que no pudieron recibir un tratamiento rápido. Cuando la colecistitis no se trata, el tejido de la vesícula biliar muere provocando el desarrollo de gangrena.
  3. Perforación. La inflamación y la infección de la vesícula biliar pueden provocar un desgarro en la misma. Es una complicación rara pero grave de la enfermedad.
  4. Colestasis y pancreatitis. En casos raros, el cálculo biliar puede alojarse y obstruir el conducto biliar común (colestasis) y el conducto pancreático (pancreatitis).

Diagnóstico de la colecistitis

  • Análisis de sangre: puede incluir un recuento de glóbulos blancos para comprobar la presencia de infección y bilirrubina, niveles de fosfatasa alcalina y aminotransferasa sérica
  • Una ecografía del abdomen
  • Tomografía computarizada (TC)
  • Gammagrafía del ácido iminodiacético epatobiliar o (HIDA) – determina el flujo de la bilis y su producción, mediante el uso de un tinte radiactivo.

Tratamiento de la colecistitis

  1. Hospitalización. El tratamiento de la colecistitis requeriría la hospitalización para evitar el empeoramiento de los síntomas. El manejo incluiría las siguientes medidas:
  2. Ayuno – el paciente será puesto en estado de nada por orem (nada por la boca) para prevenir el estrés de la vesícula biliar. Esto también ayuda durante los episodios de náuseas y vómitos para prevenir la aspiración.
  3. Terapia intravenosa – se administrarán fluidos mediante un acceso intravenoso para evitar una mayor deshidratación
  4. Antibióticos – pueden administrarse para controlar la lucha contra la infección
  5. Ácidos biliares naturales – para reducir la síntesis de colesterol y disolver un máximo de 3 cálculos biliares que tengan menos de 20 mm de diámetro cada uno
  6. Analgésicos – para aliviar el dolor y disminuir la inflamación; los analgésicos pueden incluir:
  7. Anticolinérgicos – para aliviar el dolor reduciendo el espasmo reflejo y la contracción del músculo liso
  8. Narcóticos – para aliviar el dolor intenso; la morfina debe utilizarse con precaución ya que puede aumentar los espasmos abdominales
  9. Sedantes y relajantes del músculo liso – para promover la relajación de los músculos lisos del abdomen
  10. Cirugía. Los síntomas suelen mejorar dos o tres días después de la intervención médica, pero si todavía hay presencia de inflamación de la vesícula biliar, puede ser necesaria la intervención quirúrgica. Dependerá de la gravedad de los síntomas y del riesgo de complicaciones. La cirugía puede realizarse en 48 horas de forma ambulatoria o durante la hospitalización si el riesgo quirúrgico es bajo. Sin embargo, si ya existen complicaciones como la perforación y la muerte del tejido de la vesícula biliar, la cirugía debe realizarse inmediatamente.
  11. Colecistectomía. Se trata de un procedimiento quirúrgico que consiste en la extirpación de la vesícula biliar. El cirujano suele utilizar un enfoque mínimamente invasivo, normalmente mediante laparoscopia, durante el procedimiento. También puede ser necesaria una cirugía abierta, pero rara vez se realiza hoy en día.
  12. Coledocolitotomía. Se trata de un procedimiento quirúrgico que puede realizarse por vía laparoscópica. El cirujano realiza una incisión en el conducto biliar común para extraer el cálculo biliar.
  13. Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE). Es un procedimiento de diagnóstico que puede utilizarse para eliminar los cálculos biliares del conducto biliar.
  14. Cambios en el estilo de vida. Es vital llevar un estilo de vida saludable para reducir el riesgo de desarrollar colecistitis. Esto incluye el consumo de alimentos nutritivos y el control del peso.

Plan de cuidados de enfermería para la colecistitis

Plan de cuidados de enfermería 1

Diagnóstico de enfermería: Dolor agudo relacionado con la inflamación de la vesícula biliar evidenciado por una puntuación de dolor de 10 sobre 10, verbalización de dolor abdominal en el cuadrante superior derecho, signo de Murphy, signo de guardia en el abdomen, rigidez abdominal e inquietud

Resultado deseado: El paciente demostrará un alivio del dolor evidenciado por una puntuación de dolor de 0 sobre 10, signos vitales estables y ausencia de inquietud.

Intervenciones Relación
Administrar los medicamentos prescritos para el dolor. Aliviar los síntomas del dolor abdominal agudo. El dolor en el cuadrante superior derecho del abdomen sugiere la afectación de la vesícula biliar.
Los medicamentos para el dolor pueden incluir narcóticos, anticolinérgicos o relajantes del músculo liso.
Evaluar los signos vitales del paciente y las características del dolor al menos 30 minutos después de la administración de la medicación. Monitorear la eficacia del tratamiento médico para el alivio del dolor abdominal. El tiempo de monitorización de las constantes vitales puede depender del tiempo de pico del fármaco administrado.
Elevar la cabecera de la cama y colocar al paciente en semi Fowler. Aumentar el nivel de oxígeno permitiendo una óptima expansión pulmonar.
Colocar al paciente en reposo absoluto durante los episodios graves de dolor Reducir los estímulos gastrointestinales disminuyendo así la actividad GI.
Realizar métodos no farmacológicos de alivio del dolor: técnicas de relajación como ejercicios de respiración profunda, imágenes guiadas y suministro de distracciones como la televisión o la radio. Proporcionar un confort óptimo al paciente.
Preparar al paciente para la intervención quirúrgica según lo ordenado. El dolor agudo grave debido a la colecistitis puede indicar perforación o muerte tisular de la vesícula biliar. Esto requiere una intervención quirúrgica inmediata.

Plan de cuidados de enfermería 2

Diagnóstico de enfermería: Riesgo de déficit de volumen de líquidos

Resultado deseado: En un plazo de 48 horas de intervenciones de enfermería, el paciente será capaz de mantener el equilibrio de líquidos.

Intervenciones Relación
Iniciar un cuadro de equilibrio de líquidos, monitorizando las entradas y salidas del paciente. Monitorear con precisión el volumen de líquidos del paciente y la efectividad de las acciones para prevenir la deshidratación.
Iniciar la terapia intravenosa según lo prescrito. Reponer los líquidos perdidos por los vómitos y promover una mejor circulación de la sangre alrededor del cuerpo.
Educar al paciente (o al tutor) sobre cómo rellenar una tabla de equilibrio de líquidos junto a la cama. Ayudar al paciente o al tutor a apropiarse del cuidado del paciente, animándole a beber más líquidos según sea necesario, o informar de cualquier cambio al equipo de enfermería.
Monitorear los electrolitos séricos del paciente y recomendar al médico la terapia de reemplazo de electrolitos (oral o intravenosa) según sea necesario. El sodio, el potasio y el cloruro son algunos de los electrolitos importantes que se pierden cuando una persona está vomitando.
Colocar al paciente en estado de «nada por boca» o NPO. Insertar una sonda nasogástrica según la orden. Reposar el tracto gastrointestinal, si lo indica el médico.

Plan de cuidados de enfermería 3

Diagnóstico de enfermería: Riesgo de nutrición desequilibrada: Inferior a las necesidades corporales

Resultado deseado: El paciente será capaz de alcanzar un peso dentro de su rango normal de IMC, demostrando patrones y elecciones alimentarias saludables.

Intervención Razón
Preguntar al paciente sus preferencias en cuanto a alimentos y bebidas. Discutir con el paciente los objetivos nutricionales a corto y largo plazo. Ayudar al paciente a obtener una sensación de control en su ingesta nutricional y en la planificación de las comidas.
Crear una tabla de peso diario y una tabla de alimentos y líquidos. Calcular la ingesta calórica. Supervisar eficazmente la ingesta nutricional diaria del paciente y su progreso en los objetivos nutricionales.
Ayudar al paciente a seleccionar las opciones dietéticas adecuadas para seguir una dieta líquida baja en grasas tras la retirada de la sonda nasogástrica. Dieta líquida baja en grasas ideal para los pacientes tras la retirada de la sonda nasogástrica.
Referir al paciente al dietista. Proporcionar una atención más especializada al paciente en materia de nutrición y dieta en relación con el estado postcolecistectomía.

Otros diagnósticos de enfermería para la diabetes:

  • Conocimiento deficiente
  • Riesgo de infección (postoperatorio)
  • Alteración del confort

Referencias de enfermería

Gulanick, M., & Myers, J. L. (2017). Planes de cuidados de enfermería: Diagnósticos, intervenciones, & resultados. St. Louis, MO: Elsevier. Comprar en Amazon

Silvestri, L. A. (2020). Revisión integral de Saunders para el examen NCLEX-RN. St. Louis, MO: Elsevier. Comprar en Amazon

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