¿Debe permitirse mascar chicle en las escuelas? Cuáles son sus pros y sus contras? Averigüémoslo.
¿Sabes que mascar chicle no es algo nuevo para la raza humana? El hecho sorprendente es que se han encontrado chicles de hasta 9.000 años de antigüedad. Así que está claro que hay algo en ellos que hace que el chicle sea tan popular incluso después de tantos años.
Hablando de chicles en el escenario actual, hay un debate que hace estragos sobre si deben ser permitidos en las escuelas o no. Algunas personas y autoridades están tan en contra que muchos distritos escolares han prohibido totalmente los chicles. Sin embargo, a la hora de decidir si se debe o no masticar chicle, hay que tener en cuenta tanto los pros como los contras.
Beneficios
Mejora el rendimiento académico
Las investigaciones han demostrado que los niños que mastican chicle durante los exámenes o pruebas, obtienen entre un 26 y un 36% mejores resultados que los demás. Sí. Masticar chicles es un gran destructor del estrés. Hacen que el niño se sienta relajado y, por lo tanto, es capaz de dar lo mejor de sí mismo en los estudios.
Aumenta la concentración
Además, se sabe que aumenta los niveles de glucosa en el cuerpo. Algunos estudios sugieren que mascar chicle aumenta el ritmo cardíaco y el flujo sanguíneo al cerebro. Esto hace que el cerebro se active, mejorando así el estado de alerta y la concentración del niño.
Controla la obesidad
Otro beneficio es que mantiene el hambre a raya. La obesidad entre los niños en edad escolar está en su punto más alto en Estados Unidos. Al masticar chicles, los niños experimentan un menor deseo de picar alimentos rápidos a horas extrañas. Esto mantiene su peso bajo control.
Promueve la salud bucal
Mascar chicles también es beneficioso para la salud bucal. De hecho, la goma de mascar es un factor importante que mantiene los dientes libres de bacterias. Esto es especialmente cierto en el caso de los chicles que contienen «Xilitol» y «Sorbitol». Los chicles con estos ingredientes mantienen intacta la salud de los dientes y previenen en gran medida las caries. Blanquean los dientes y evitan la formación de manchas en ellos. Además, es una buena forma de ejercitar los músculos de la mandíbula, con lo que se fortalecen tanto la mandíbula como los dientes.
Inconvenientes
No son saludables
Si un niño come chicles azucarados, la calidad de su esmalte dental puede reducirse con el tiempo. Los chicles producen un exceso de ácidos estomacales que a veces pueden causar indigestión, gases, estreñimiento y otros problemas estomacales. Uno de los peores problemas es que muchos de estos chicles contienen aspartamo, un ingrediente que se relaciona con enfermedades potencialmente mortales como el cáncer. Sin embargo, ninguna investigación ha demostrado que exista una relación entre el cáncer y los chicles.
Distracción y desorden
Algunos profesores opinan que los chicles pueden distraer mucho en clase. Los niños están ocupados masticando, soplando globos y divirtiéndose con ellos. Tienden a pasar por alto lo que se está enseñando en clase. En segundo lugar, los niños pegan los chicles en cualquier lugar del recinto: mesas, paredes, sillas, etc., y así ensucian el entorno. Además, se han producido muchos incidentes de acoso escolar relacionados con la goma de mascar en varios colegios.
A la vista de estos hechos, se puede concluir que mascar chicle tiene su propia cuota de ventajas y desventajas. En última instancia, la decisión de mascar chicle dentro de la escuela debe recaer en los niños. Los profesores, por su parte, pueden pedir a los niños que los escupan si se distraen con ellos o prohibir los chicles dentro de la clase durante una semana para evitar que los niños los peguen en los pupitres. Sin embargo, prohibirlo por completo no es la solución, ya que los alumnos encontrarán sus propias formas de masticar chicles a escondidas en las escuelas, con lo que cualquier norma de este tipo resultará ineficaz
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