Habilidades para enfermeras recién tituladas 3: gestión de errores y equivocaciones

Las enfermeras recién tituladas suelen temer cometer o identificar un error clínico. Este último artículo de una serie de tres partes sobre habilidades para enfermeras recién tituladas, explica cuál es la mejor manera de prevenir los errores y gestionarlos cuando se han producido

Abstract

Es casi inevitable que toda enfermera tenga que enfrentarse a un error clínico en algún momento de su carrera. Hacerlo puede resultar más fácil a medida que las enfermeras desarrollan su experiencia pero, para las enfermeras recién tituladas, el miedo a cometer un error y no estar seguras de cuál es la mejor manera de gestionarlo puede ser estresante. En este artículo se examinan los errores clínicos más comunes que se cometen, se explica dónde encontrar las políticas y los procedimientos que deben seguirse, y se destacan los consejos y las herramientas que pueden utilizarse para ayudar a rectificar el problema o evitar que se produzca en primer lugar.

Citación: Cathala X, Moorley C (2020) Habilidades para enfermeras recién tituladas 3: gestión de errores y equivocaciones. Nursing Times ; 24/06/2020.

Autores: Xabi Cathala es subdirector del curso del programa asociado de enfermería del NMC y profesor de la School of Health and Social Care; Calvin Moorley es profesor asociado de investigación en enfermería y diversidad en los cuidados, de la School of Health and Social Care/Adult Nursing & Midwifery Studies; ambos en la London South Bank University.

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Introducción

Cometer un error clínico es un temor que tienen la mayoría de las enfermeras, especialmente las recién tituladas (NQN). Sin embargo, todo el mundo comete errores, por la sencilla razón de que somos humanos; ninguna enfermera puede decir que nunca ha cometido un error durante su carrera. No obstante, hay diferentes tipos de errores y algunos tienen resultados menos perjudiciales que otros. Lo importante es cómo evitamos que se produzcan y cómo los gestionamos. Este artículo examina los errores más comunes en enfermería: aprender de ellos es crucial para mejorar el rendimiento operativo y la seguridad del paciente. Proporciona orientación sobre cómo gestionar los errores y por qué es importante abordarlos.

Errores comunes

Grober y Bohnen (2005) definieron un error médico «como un acto de omisión o comisión en la planificación o ejecución que contribuye o podría contribuir a un resultado no deseado». Esto también puede aplicarse a la enfermería. La mayoría de las enfermeras oirán hablar de la comisión de errores y equivocaciones a lo largo de su carrera, y de la notificación de incidentes y errores a través de Datix, el sistema de notificación de incidentes utilizado en el Reino Unido.

Durante la búsqueda bibliográfica para este artículo, fue difícil encontrar trabajos publicados sobre los errores de enfermería; las publicaciones se centraron en los errores de medicación, dejando de lado otros errores, como la falta de comunicación, que puede producirse tras un fallo en la confirmación o aclaración de las órdenes médicas con un profesional sanitario o un fallo en la simple petición de ayuda. De todos los artículos revisados, el mensaje que había que llevarse a casa era el mismo: los errores afectan a la seguridad del paciente y la seguridad es un aspecto fundamental de los cuidados de enfermería (Marques y Vinagre, 2018).

Los errores o equivocaciones suelen clasificarse como eventos prevenibles o no prevenibles (Brennan et al, 2004). En el Reino Unido, el término ‘near miss’ se utiliza para describir que un paciente ha estado expuesto a una situación peligrosa cuando no se produce ninguna lesión o daño debido a la casualidad o a la detección temprana (Organización Mundial de la Salud, 2005).

Los eventos prevenibles no deberían ocurrir y a menudo se denominan ‘eventos nunca’. Elliott et al. (2018) definieron los eventos nunca como incidentes graves que son prevenibles si se dispone de orientación y recomendaciones nacionales y son aplicadas por el personal sanitario. NHS Improvement publicó una lista de eventos nunca (Recuadro 1), junto con una política y un marco de eventos nunca (NHS Improvement, 2018a) para ayudar a los proveedores de atención médica a ofrecer una atención segura, de alta calidad y compasiva que sea financieramente sostenible. Si se ha producido un evento evitable, se ha producido una infracción durante el proceso de prestación de la atención y no se han aplicado las orientaciones/recomendaciones.

Cuadro 1. Eventos nunca

Quirúrgicos

  • Cirugía errónea
  • Implante/prótesis errónea
  • Objeto extraño retenido tras el procedimiento

Medicación

  • Mis.selección de una solución de potasio fuerte
  • Administración de medicación por la vía incorrecta
  • Sobredosis de insulina por abreviaturas o dispositivo incorrecto
  • Sobredosis de metotrexato para tratamiento no oncológico
  • Mis-selección de midazolam de alta potencia durante la sedación consciente

Salud mental

  • No instalación de barandillas de ducha o cortina plegables funcionales

General

  • Caídas desde ventanas mal restringidas
  • Atrapamiento del pecho o cuello en las barandillas de la cama
  • Transfusión o trasplante de componentes sanguíneos u órganos ABO-componentes sanguíneos u órganos incompatibles
  • Tubos nasogástricos u orogástricos mal colocados
  • Escaldado de pacientes
  • Conexión involuntaria de un paciente que requiere oxígeno a un caudalímetro de aire

Fuente: NHS Improvement (2018b)

De la literatura revisada, los errores más comunes en enfermería parecen estar relacionados con:

  • Medicación;
  • Documentación;
  • Prevención y control de la infección;
  • Miscomunicación;
  • Caídas

Errores de medicación

En el Reino Unido, existe un proceso claro de administración y gestión de fármacos, establecido por la Royal Pharmaceutical Society of Great Britain (2005). Para cada medicamento, una enfermera tiene que seguir un proceso paso a paso para garantizar su administración segura. Este es el caso concreto de los medicamentos controlados: en el Reino Unido, es un requisito legal que dos enfermeras registradas comprueben y firmen la prescripción, y verifiquen conjuntamente el medicamento (nombre, concentración, fecha de caducidad, cualquier reacción adversa anterior al medicamento o alergias y cálculo); lo mismo se aplica a las políticas de práctica local de la mayoría de las organizaciones sobre medicamentos intravenosos (Royal Pharmaceutical Society y Royal College of Nursing, 2019; RPS, 2005). Sin embargo, a pesar de este riguroso proceso, siguen produciéndose errores. Elliott et al. (2018) estimaron que en Inglaterra se producen 237 millones de errores de medicación al año; estos no se limitan a las enfermeras, sino a todo el personal sanitario cuya función incluye la gestión de medicamentos. Algunos ejemplos son:

  • Administración sin receta válida;
  • Dosis, medicación o vía equivocadas;
  • Medicación administrada a la que el paciente era alérgico;
  • Administración tardía/temprana;
  • Paciente equivocado;
  • Medicación omitida;
  • Falta de registro;
  • Cálculo erróneo.

Se pueden resumir en las siguientes categorías:

  • Prescripción;
  • Transcripción;
  • Dispensación;
  • Administración;
  • Seguimiento del estado del paciente/documentación (Jennings et al, 2011; Choo et al, 2010).

Los errores de medicación son los más investigados y estudiados (Hayes et al, 2015), tal vez porque son prevenibles y tienen un impacto directo en la seguridad del paciente, así como en el rendimiento de la enfermera.

Documentación

La documentación es un aspecto importante de la práctica enfermera. Mantener los registros de los pacientes actualizados y precisos es una tarea difícil, especialmente durante los turnos de 12 horas, pero es responsabilidad de la enfermera mantener la documentación (Nursing and Midwifery Council, 2018). Algunos de los errores en torno a la documentación son:

  • Registros inexactos;
  • Falta de información;
  • Entrada contra el paciente equivocado (Smeulers et al, 2015).

Prevención y control de la infección

La prevención y el control de la infección es una preocupación central en la práctica de la enfermería porque el riesgo de infección está en todas partes y puede potencialmente dañar a los pacientes. (Khan et al, 2017). Para cada tarea, las enfermeras deben pensar en minimizar el riesgo de infección. Independientemente de la dificultad de la tarea, los procedimientos de prevención y control de infecciones deben cumplirse en todo momento para garantizar la seguridad del paciente. El incumplimiento del protocolo de aislamiento, el incumplimiento de los regímenes de lavado o higiene de manos, el mal uso del procedimiento de técnicas asépticas sin contacto son errores que se han notificado (Storr et al, 2013).

Miscomunicación

La enfermería forma parte de un proceso de atención multidisciplinar y la comunicación es esencial entre cada disciplina para garantizar una atención segura al paciente (Randmaa et al, 2014). La capacidad de comunicarse con precisión y prontitud es una habilidad que las enfermeras adquieren con la experiencia. Algunos ejemplos de mala comunicación en la atención sanitaria son:

  • Se comunica información errónea;
  • Se llama al médico sin información precisa o suficiente [sobre la que pueda asesorar;
  • Retraso en la escalada de información;
  • Malentendidos entre el personal sanitario (Greenberg et al, 2007).

Sugerimos a todos los enfermeros recién titulados que utilicen la herramienta SBAR (situación, antecedentes, evaluación, recomendación) de NHS Improvement (2018c), que proporciona un enfoque estructurado cuando se comunican con los profesionales médicos u otros miembros del equipo multidisciplinar (Recuadro 2).

Cuadro 2. La herramienta SBAR

La herramienta SBAR (situación, antecedentes, evaluación, recomendación) esboza un enfoque estructurado que puede utilizarse cuando se comunica con otros profesionales de la salud.

S – situación

  • Identifíquese y el centro/unidad desde el que llama
  • Identifique al paciente por su nombre y el motivo de su comunicación
  • Describa su preocupación

B – antecedentes

  • Dar el motivo de ingreso del paciente
  • Explicar los antecedentes médicos significativos
  • Dar a la persona que recibe la información detalles de los antecedentes del paciente – es decir, el diagnóstico de ingreso, la fecha de ingreso, los procedimientos anteriores, los medicamentos actuales, las alergias, los resultados de laboratorio pertinentes y otros resultados diagnósticos relevantes. Para esta parte del proceso, tendrá que haber recopilado la información pertinente de la historia clínica y las notas del paciente

A – evaluación

  • Signos vitales
  • Patrón de conexión
  • Impresiones clínicas, preocupaciones

R – recomendación

¿Cuál es su recomendación? ¿Qué le gustaría que ocurriera al final de la conversación? Cualquier consejo dado por teléfono necesita ser repetido de vuelta para asegurar la exactitud.

  • Explique lo que necesita – sea específico sobre la solicitud y el marco de tiempo.
  • Haga sugerencias.
  • Aclare las expectativas

Fuente: NHS Improvement (2018c)

Caídas

Se ha trabajado mucho sobre las caídas en el hospital. La preevaluación, la evaluación de riesgos y la formación en manipulación manual son algunos de los procedimientos en marcha que pretenden reducir las caídas de los pacientes (Melin, 2018). Sin embargo, las caídas siguen produciéndose y conllevan un alto riesgo potencial de lesión para el paciente, sobre todo en pacientes de edad avanzada (Zecevic et al, 2017). Como enfermera recién titulada, para garantizar la seguridad del paciente, es esencial:

  • Evaluar completamente al paciente;
  • Identificar cualquier riesgo;
  • Tener en marcha los protocolos y equipos necesarios para garantizar la seguridad del paciente.

Si se cree que un paciente está en riesgo de sufrir una caída y la enfermera no puede proporcionar la prevención necesaria o las ayudas necesarias, hablar con la enfermera encargada y documentar las preocupaciones.

«Nunca oculte un error, ya que esto pone en riesgo la seguridad del paciente; resaltar un error permite su corrección y mantiene al paciente seguro»

Gestión y notificación de errores

Todos los hospitales tienen protocolos y políticas para ayudar a la prevención y gestión de errores. Consulte la política correspondiente para conocer los procedimientos vigentes. Comprueba siempre dos veces si tienes alguna duda sobre la atención al paciente, las prácticas o las acciones de tus compañeros: si crees que algo no está bien o no tiene sentido, busca cualquier error o equivocación. También puedes pedir a un colega que lo compruebe para confirmar lo que piensas: un segundo par de ojos siempre es útil.

Si se encuentra un error, tus acciones deben ser en beneficio y seguridad del paciente. Por ejemplo, si identifica una medicación infundida a un ritmo incorrecto, compruebe que el paciente está seguro, vuelva a calcular el ritmo con otro colega y corrija la administración teniendo en cuenta las propiedades farmacocinéticas y farmacodinámicas de la medicación (por ejemplo, inótropos o medicación vasoconstrictora). Una vez establecida la seguridad del paciente, hay que elevar el caso a la enfermera responsable. Debe llevarse a cabo una investigación para entender por qué se ha producido este error y la enfermera responsable de los cuidados del paciente debe crear un informe, como el de Datix. Este informe contiene las diferentes informaciones esenciales que pueden ayudar a aprender del error y a evitar que se repita. Nunca hay que ocultar un error, ya que esto pone en riesgo la seguridad del paciente; poner de manifiesto un error permite corregirlo y mantener al paciente a salvo.

Notificar un error permite comprender cómo y por qué se ha producido (Wolf y Hughes, 2008). El propósito de la notificación no es culpar a la persona que cometió el error, sino mejorar la práctica. Conocer el motivo del error es una oportunidad para:

  • Cambiar la práctica;
  • Poner en marcha un plan de acción para asegurarse de que este error no vuelva a producirse (Johnstone y Kanitsaki, 2006).

La mejor manera de evitar que se produzcan errores es la prevención. Sin embargo, para poder prevenir los errores, es necesario comprender sus causas; si no se informa, esto no puede hacerse. Informar de los errores es un aspecto importante de la responsabilidad de las enfermeras.

El deber de franqueza es una obligación legal que exige a todos los proveedores de servicios sanitarios y sociales para adultos registrados en la Comisión de Calidad de los Cuidados (CQC) que sean abiertos con la gente cuando las cosas van mal (CQC, 2015). El Consejo Médico General y el Consejo de Enfermería y Matronas han elaborado una guía sobre la honestidad y la apertura, y sobre qué hacer cuando las cosas van mal. Hay cuatro pasos principales a seguir:

  • Decir al paciente cuando algo ha ido mal;
  • Disculparse con el paciente;
  • Ofrecer una solución adecuada o apoyo para remediar la situación (si es posible);
  • Explicar completamente al paciente los efectos a largo y corto plazo de lo que ha ocurrido (GMC y NMC, 2015).

Antes de seguir estos pasos, las enfermeras recién tituladas deben hablar con la enfermera responsable y/o con su preceptor

«El objetivo de la notificación no es culpar a la persona que ha cometido el error, sino mejorar la práctica»

Conclusión

Los errores y equivocaciones pueden producirse en enfermería, y es importante reducirlos o prevenirlos; la notificación ayuda a conseguirlo mediante la identificación de patrones que son rectificables. Las enfermeras nunca deben tener miedo de notificar un error y es su deber mejorar la práctica y mantener la seguridad de sus pacientes. Cometer errores es humano, pero no denunciarlo es una falta profesional: no te escondas; denuncia.

Puntos clave

  • Todo enfermero es susceptible de cometer un error en algún momento de su carrera
  • Los errores pueden ser prevenibles o no prevenibles
  • Los errores prevenibles se conocen como «eventos nunca»
  • Todo el personal debe conocer la política de notificación de errores de su empleador
  • La notificación de errores es una parte vital de la prevención de su recurrencia

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