La palabra jahiliyya, traducida como ignorancia o barbarie, aparece varias veces en el Corán (3:148; 5:55; 33:33; 48:26). Utilizado de forma peyorativa para describir la Arabia preislámica, significa el periodo en el que Arabia no tenía dispensación, ni profeta inspirado, ni libro revelado.
Los siete Mu˓allaqat, escritos en tiempos de los omeyas, se cree que son una colección de poemas preislámicos premiados sobre el valor y la resistencia de sus guerreros, recitados en concursos en la feria anual de ˓Ukaz. También se encuentran fragmentos de poemas similares en el Kitab al-aghani de al-Isbahani (m. 967). Las virtudes árabes ideales a las que se refiere esta literatura son la muru˒a (coraje, lealtad y generosidad) y el ˓ird (honor). La valentía se reflejaba en el número de incursiones realizadas, y la generosidad en la disposición a sacrificar su camello por un invitado. Se desaconsejaba matar. Los asesinatos daban lugar a enemistades y venganzas. Sin embargo, tres meses del año (Rajab, Dhu-l-Qa˓da y Dhu-l-Hajj) se consideraban sagrados y no se permitían ni las peleas ni las incursiones.
El comercio había aportado riqueza a algunos, pero se ignoraba la pobreza de muchos y no había ninguna estrategia para cuidarlos. Las mujeres eran consideradas una carga y muchas eran asesinadas al nacer. Mahoma consideraba esta actitud como impía. La religión de los beduinos preislámicos era principalmente animista, mientras que las poblaciones urbanas, como los mecanos, adoraban a un Dios supremo, al-Ilah, y a sus tres hijas, al-˓Uzza, al-Lat y Manat. Hubal era la deidad principal de la Ka˓ba. Las mujeres debían circunvalar la Ka˓ba desnudas. Varias tribus de distintas regiones se identificaban con diferentes dioses a los que acudían en busca de favores inmediatos. No se creía en una vida después de la muerte ni en un día de juicio. Mahoma, que predicaba la existencia de un Dios único e invisible, enseñaba que el hombre sería juzgado por sus acciones y recompensado en consecuencia. Luchó por establecer el Islam en Arabia e hizo destruir sistemáticamente los ídolos preislámicos. Así, según él, el Islam puso fin a la jahiliyya. No obstante, se incorporaron al ritual islámico varias observancias preislámicas, como la circunvalación de la Ka˓ba y la carrera entre Saffa y Marwa, a las que se atribuyó un nuevo significado.
En el siglo XX, la jahiliyya adquirió un nuevo significado. Escribiendo desde Pakistán, Abu l-A˓la˒ Maududi (fallecido en 1979) había considerado los aspectos de la vida moderna que reflejan la imitación musulmana de Occidente, como comparables a la jahiliyya. En la misma línea, el egipcio Sayyid Qutb (1906-1966) afirmaba que el mundo sólo constaba de dos culturas, el islam y la jahiliyya, que incluía tanto a Occidente como al mundo comunista ateo. Las sociedades politeístas de Asia y las cristianas y judías se consideraban ahora «ignorantes» o jahili por su alejamiento de Dios, al igual que los musulmanes que aceptaban elementos occidentales en el sistema islámico. Para Qutb, el único antídoto contra la jahiliyya era la hakimiyya, es decir, la adhesión a la creencia de que el gobierno, la legislación y la soberanía sólo pertenecen a Dios.
Véase tambiénArabia, preislamismo ; Pensamiento moderno ; Islam político ; Qutb, Sayyid .
BIBLIOGRAFÍA
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Guillaume, Alfred. Islam. Middlesex, Reino Unido: Penguin Books Ltd., 1956.
Hodgson, Marshall G. S. The Venture of Islam. Vol. 1. Chicago: University of Chicago Press, 1974.
Rizwi Faizer