La fuga de aire dependiente de la presión tras la resección pulmonar parcial | Tórax

Discusión

El neumotórax y la fuga de aire son frecuentes tras la resección pulmonar parcial.1 La fuga de aire prolongada se asocia a una mayor morbilidad, estancia hospitalaria y aumento de los costes sanitarios.2-4 La manometría pleural nos permitió retirar el tubo torácico de forma precoz cuando existía una fuga de aire intermitente. Mientras la sonda torácica era permeable, la manometría pleural (figura 2) mostró que la presión pleural media disminuía tras la tos debido a la descarga de aire fuera del espacio pleural. Posteriormente, la presión pleural aumentaba y volvía a la línea de base por el aire dentro del pulmón. Este es un fenómeno común y a menudo subestimado. Sospechamos que el aire se origina en los alvéolos adyacentes al pulmón resecado que están transitoriamente sobredistendidos por una reducción de la presión pleural. A medida que este aire entra en el espacio pleural, el gradiente de presión que impulsa la fuga de aire disminuye y se resuelve, dando lugar a una fuga de aire transitoria dependiente de la presión (la fuga de aire se resuelve una vez que el gradiente de presión ha disminuido). Este fenómeno se ha descrito en la fisiopatología del neumotórax ex vacuo después de una toracocentesis en un pulmón inexplicable.5 Cuando el tubo torácico está pinzado, el aire no puede ser drenado del espacio pleural y, aparte de un pico de presión transitorio durante la tos, la presión pleural permanece inalterada y estable. Dado que la presión pleural no se modifica, no hay una disminución de la presión pleural hacia las unidades pulmonares sobredistendidas que promueva una mayor fuga de aire del pulmón. Estos hallazgos apoyan un neumotórax dependiente de la presión, que no da lugar a un neumotórax de agrandamiento progresivo ni a un neumotórax a tensión y, por lo tanto, no necesita un drenaje pleural continuo. Por el contrario, una fuga de aire independiente de la presión da lugar a un neumotórax que aumenta de tamaño con una necesidad continua de drenaje pleural. Creemos que este caso ilustra un uso potencial y novedoso de la manometría pleural para diferenciar una fuga de aire dependiente de la presión de una fuga de aire independiente de la presión, lo cual es esencial para determinar si se puede retirar un tubo torácico con seguridad. Sin embargo, se necesitan futuros estudios prospectivos para establecer el papel de la manometría pleural en el tratamiento del neumotórax y la fuga de aire tras la resección pulmonar parcial. Este enfoque basado en la manometría podría permitir una retirada temprana y segura del tubo torácico y reducir la duración de la estancia hospitalaria tras la cirugía.

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