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Las costillas protegen nuestros órganos internos
La mayoría de la gente sabe que las costillas son huesos largos y curvados que crean la caja torácica en el pecho. Las costillas se expanden mientras respiramos; protegen nuestros órganos internos, especialmente el corazón y los pulmones; y dan soporte a la cavidad torácica. 2
¿Cuántas tenemos?
Andreas Vesalius, médico y anatomista flamenco, determinó cuántas costillas tenemos en 1543. Sin embargo, su descubrimiento suscitó una gran polémica. Debido a la historia de Adán y Eva en la Biblia, la iglesia cristiana creía que los hombres tenían una costilla menos que las mujeres. Hay variaciones en el número de costillas, pero para la mayoría de nosotros, hay 24 costillas (o 12 pares).
Son 3:
- Los primeros siete conjuntos (conocidos como las «costillas verdaderas») están unidos individualmente al esternón. Debido a su elasticidad, permiten el movimiento al inhalar y exhalar.
- Los tres conjuntos siguientes (la 8ª, 9ª y 10ª costillas, también conocidas como «costillas falsas») comparten una conexión común con el esternón.
- Los dos últimos conjuntos (las costillas 11ª y 12ª, también conocidas como «costillas flotantes») no se unen al esternón; terminan en la pared abdominal antes de fusionarse con los cartílagos costales.
¿Qué hay en los espacios entre las costillas?
Los espacios intercostales entre las costillas contienen músculos, nervios y arterias. La caja torácica está separada de la parte inferior del abdomen por el diafragma, que nos ayuda a respirar. Cuando el diafragma se contrae, la caja torácica se expande y nos ayuda a introducir el aire en los pulmones. Ver también: La buena respiración.
Las lesiones de las costillas
Los huesos de las costillas pueden lesionarse con relativa facilidad, y puede producirse una fractura en cualquier parte del hueso. Se podría pensar que sólo un golpe grave o una lesión por aplastamiento en la caja torácica podría causar una fractura, pero pueden producirse sin un traumatismo directo: incluso la tos sostenida puede fracturar una costilla. También pueden producirse como consecuencia de enfermedades como el cáncer o las infecciones, o debido a estructuras óseas enfermas como la osteoporosis.
Debido a su posición protegida, la primera costilla a veces escapa a las lesiones, pero las fracturas de las costillas centrales son las más comunes. Como las costillas se mueven cada vez que se respira, la respiración puede ser problemática cuando las costillas están fracturadas o rotas. El dolor (que puede ser peor al intentar dormir) puede ser agudo y repentino; profundo al respirar o moverse; o un dolor sordo. Sin embargo, incluso una pequeña fisura puede inflamar los tendones y los músculos, dificultando mucho el movimiento.
Cuando se rompen varias costillas, o se ven afectados los pulmones o el diafragma, pueden desarrollarse afecciones más graves que no se tratan en este artículo.
Tratamiento de las costillas fracturadas (menores)
Las costillas fracturadas pueden doler mucho, poniendo esencialmente su vida en pausa hasta que el dolor desaparezca.
A menos que la lesión sea grave, no suele haber terapias quirúrgicas o físicas para las costillas fracturadas.
Los remedios caseros para una costilla fracturada que no requieren intervención médica podrían incluir:
- medicación antiinflamatoria para la hinchazón y el dolor (aspirina o ibuprofina);
- baños calientes;
- compresas de hielo;
- descanso (¡y mucho!); y/o,
- medicamentos antitusígenos (si la tos ha provocado la fractura de costilla o está irritando una costilla ya fracturada).
Siempre acuda al médico inmediatamente, para poder descartar afecciones más graves.
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Soy instructora de fitness certificada por la BCRPA en Vancouver, BC. Imparto cuatro clases en el West End Community Centre de Vancouver, BC, principalmente diseñadas para el adulto mayor. El inevitable descargo de responsabilidad: Todo lo publicado aquí expresa únicamente mi opinión, basada en mi formación e investigación. Lo que usted haga con la información es enteramente su propia responsabilidad. No me hago responsable de ninguna lesión que sufras y que parezca estar relacionada con algo que hayas leído aquí. Consulte siempre a su médico antes de comenzar un programa de ejercicios. Para otros artículos, vuelva al índice.