Hasta ahora, su bebé ha vivido según el adagio «fuera de la vista, fuera de la mente». Si no podía ver algo, no existía. Para él, usted desaparecía cada vez que salía de la habitación. Y si una pelota rodaba por debajo del sofá, bien podía haberse deslizado a otra dimensión.
Ahora que está en su séptimo mes, está listo para dar un salto mental. Poco a poco se va dando cuenta de que las cosas no se desvanecen sólo porque él no pueda verlas. Como diría un especialista en desarrollo infantil, tu bebé está comprendiendo el concepto de «permanencia de los objetos». Puede que anuncie este avance llamándote cuando estés en otra habitación. También es posible que empiece a buscar sus juguetes favoritos que no están inmediatamente en su línea de visión.
Aprendiendo el juego del cucú
No es de extrañar que a los bebés de esta edad les encante jugar al cucú. No es sólo un juego divertido con mamá o papá; es una oportunidad para perfeccionar su nueva teoría. Mamá puede taparse la cara con las manos, pero sigue estando ahí. Guau!
Después de una buena ronda de cucú, prueba a jugar al escondite con un juguete favorito. Coloca el juguete debajo de una manta y observa cómo gira la cabeza de tu bebé. Si parece desconcertado, enséñale el juguete y vuelve a taparlo. Le encantará darse cuenta de que puede encontrar cosas escondidas por sí mismo.
Tu bebé sigue viviendo el momento, pero también está empezando a pensar en el pasado. Recuerda las caras familiares y los juguetes favoritos. También recuerda cómo le trata la gente. Si le das mimos y besos mientras juega tranquilamente solo, es más probable que juegue así en el futuro. Y cuando intente tirar de la cola del gato, dale un «no» firme y desvía su atención a otra cosa. Se lo pensará dos veces antes de volver a hacerlo.
«No» es una de las palabras que de repente tendrán sentido para tu bebé. Si le hablas a menudo y le señalas los objetos a lo largo del día, desarrollará un vocabulario impresionante mucho antes de decir sus primeras palabras. Dale muchas oportunidades de oír palabras útiles a menudo -palabras como mamá, papá, caliente, perrito y vete- y utiliza su nombre cuando le hables. Leerle libros con palabras sencillas y muchas imágenes interesantes también le ayudará a ampliar su vocabulario.
Patrones tempranos
Y cuando tu bebé empiece a balbucear, escucha. Es posible que haya un patrón en las tonterías. Si te fijas bien, quizá descubras que dice ciertas sílabas cuando tiene hambre y otras cuando quiere jugar. Si consigues captar estas señales, responde a ellas con rapidez y constancia. Tu bebé se sentirá menos frustrado y aprenderá que el lenguaje tiene poder.
Algunos bebés son más habladores que otros. Pero si tu bebé no balbucea nada cuando tiene siete meses, ponte en contacto con su pediatra. A esta edad, el silencio puede ser un signo de un problema auditivo.
Lo más probable es que el silencio sea el menor de sus problemas. A la mayoría de los bebés de esta edad les encanta hacer ruido, ya sea con la voz o con un cacharro de metal. Gritar, golpear, llorar, reír… está haciendo una declaración importante. Es una parte de este mundo. Una parte ruidosa e importante.
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