La capacidad de retención de agua del suelo es un término que todas las granjas deberían conocer para optimizar la producción de los cultivos. La capacidad de retención de agua del suelo se define simplemente como la cantidad de agua que un suelo determinado puede retener para el uso de los cultivos. La capacidad de campo es el punto en el que la capacidad de retención de agua del suelo ha alcanzado su máximo para todo el campo. El objetivo de los productores agrícolas es mantener el campo a la capacidad o cerca de ella. Cuando hay un déficit en la cantidad de agua en el suelo, es necesario reponer el perfil del suelo mediante precipitaciones o riego. La clave es que los agricultores entiendan los matices de la capacidad de retención de agua del suelo y cómo gestionarla para que la explotación no necesite regar o sufra una sequía.
La textura del suelo y la materia orgánica son los componentes clave que determinan la capacidad de retención de agua del suelo. En cuanto a la textura del suelo, los que están formados por partículas de menor tamaño, como es el caso del limo y la arcilla, tienen mayor superficie. Cuanto mayor es la superficie, más fácil es que el suelo retenga el agua, por lo que tiene una mayor capacidad de retención de agua. La arena, por el contrario, tiene partículas de gran tamaño, por lo que su superficie es menor. La capacidad de retención de agua de la arena es baja.
La materia orgánica del suelo (SOM) es otro factor que puede ayudar a aumentar la capacidad de retención de agua. La materia orgánica del suelo tiene un magnetismo natural hacia el agua. Si la explotación aumenta el porcentaje de materia orgánica del suelo, la capacidad de retención de agua del suelo aumentará. La materia orgánica del suelo es un material en descomposición procedente de un organismo vivo. La SOM puede aumentarse añadiendo material vegetal o animal.
La pregunta que deben hacerse los agricultores es: «¿Qué puedo hacer para aumentar la capacidad de retención de agua del suelo en mi explotación?» Lamentablemente, cambiar la textura del suelo del campo no es una opción viable. La textura del suelo puede modificarse de forma natural mediante la erosión, pero eso suele cambiar la textura del suelo de forma negativa. La mejor opción para una granja es aumentar la materia orgánica del suelo. Estas son algunas de las formas básicas en las que una explotación puede aumentar su materia orgánica del suelo:
- Utilizar cultivos de cobertura
- Cambiar a prácticas de labranza de conservación, por ejemplo, labranza cero o labranza mínima
- Añadir estiércol
- Añadir compost
Para más información sobre cómo aumentar la materia orgánica del suelo utilizando cultivos de cobertura o labranza de conservación, póngase en contacto con Paul Gross, [email protected] o Christina Curell, [email protected].