Orkneyjar – Encuentros con sirenas

Relatos y avistamientos de sirenas

«Y he oído cien veces más sobre sirenas de boca de los campesinos de las Orcadas que lo que he visto en los libros»
Walter Traill Dennison

A pesar de la afirmación de Walter Traill Dennison -citada anteriormente- los relatos documentados de sirenas en las Orcadas son escasos. Mucho más comunes son los cuentos de los selkie-folk y los finfolk.

Sin embargo, el mar no era sólo el hogar de los behemoths de cuello largo, con una serie de relatos históricos de las criaturas que los testigos se refirieron como «sirenas».

La sirena de Deerness

Probablemente el más famoso de los avistamientos de sirenas en las Orcadas tuvo lugar durante algunos veranos alrededor de 1890.

En esta época se produjeron una serie de avistamientos de una «criatura» que llegó a ser conocida como «la sirena de Deerness».

Visitante habitual de la bahía de Newark, en Deerness, la sirena llegó a alcanzar una fama considerable, con cientos de testigos presenciales que juraban la validez de sus encuentros.

De los informes documentados, parece que la sirena se mantenía a cierta distancia de la orilla, por lo que los detalles exactos son imprecisos.

Pero un relato proporciona una buena descripción de un avistamiento y, como se verá, estaba muy lejos de la arquetípica sirena de los libros de cuentos:

«Mide entre dos y tres metros de largo, tiene una pequeña cabeza negra, con cuello, un cuerpo blanco como la nieve y dos brazos, y al nadar parece un ser humano. A veces parecerá estar sentado en una roca hundida, y agitará y trabajará sus manos».

La mujer del mar de Hoy

En 1913 se informó de otro encuentro con una sirena, en el que se detallaban múltiples avistamientos de una «sirena» en las aguas profundas de la costa sureste de Hoy.

«Ralph Taylor y la tripulación, al visitar sus nasas de langostas el otro día, vieron una extraña criatura, que parecía una sirena, cerca del pie del Viejo.

«Se elevó fuera del agua hasta la altura de un metro y parecía una dama con un chal alrededor de los hombros y chorreando por la cara.

«Esta es la tercera ocasión en que la ven de cerca. Los más viejos nunca han visto nada parecido, y se preguntan qué puede ser. Algunos piensan que debe ser la sirena de Deerness de gira».

The Orcadian, sábado, 13 de septiembre de 1913

El espejo del rey

Lo intrigante del relato de la sirena de Hoy es la similitud entre éste y un texto nórdico medieval llamado El espejo del rey.

En este texto, el autor da una descripción de un encuentro con un sireno en el mar:

«Este monstruo es alto y de gran tamaño y surge directamente del agua. Tiene hombros como los de un hombre pero no tiene manos. Su cuerpo parece estrecharse desde los hombros hacia abajo, de modo que cuanto más abajo se le ha observado más delgado ha parecido.

«Pero nadie lo ha observado lo suficientemente cerca como para determinar si su cuerpo tiene escamas como un pez o piel como un hombre. Siempre que el monstruo se ha mostrado, los hombres han estado seguros de que le seguiría una tormenta»

Este antiguo relato describe perfectamente a la criatura que los pescadores de Hoy encontraron tres veces en 1913.

¿Pero qué era?

¿Un fenómeno atmosférico?

Un reciente estudio de las condiciones atmosféricas podría tener la clave.

¿Podría ser que los avistamientos de la «Mujer del Mar de Hoy» se deban más a una ilusión óptica que a seres sobrenaturales del mar?

La pista está en la extraña y alargada forma de la criatura y en el hecho de que las tormentas generalmente seguían a sus avistamientos. En las frías aguas del norte que rodean las Orcadas, el aire más cálido que precede a una tormenta se mezcla, en una capa, sobre el mar, creando una masa de aire arremolinada.

Este vórtice de aire, que cambia constantemente de temperatura, actúa como una lente distorsionadora que exagera la altura de un objeto a nivel del mar pero no su anchura.

Visto a través de este muro de aire distorsionado, la parte superior de la cabeza de una foca, o incluso una roca, puede parecer la imponente sirena descrita en ambos relatos.

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