Este parque urbano lineal era anteriormente una zanja de drenaje revestida de hormigón que daba servicio a la escorrentía de aguas pluviales en el centro de San Antonio. El rediseño, iniciado en 2015 y dirigido por Henry R. Muñoz III, consta de cuatro fases cuya finalización está prevista para 2020. En la primera fase del proyecto (que se inauguró en 2018), el canal fue revestido con muros de piedra caliza y flanqueado por pasarelas curvilíneas, bancos de azulejos, murales y lechos plantados con árboles y hierbas. Esta sección recorre 1,5 millas desde la entrada del túnel de inundación en la calle Santa Rosa Norte hasta la calle Houston, aproximadamente a 400 pies de lo que se cree que fue el sitio original del primer Álamo, la Misión de San Antonio de Valero, antes de su reubicación.
En el extremo norte del parque, una plaza de piedra caliza se encuentra en medio de hierbas y plantas herbáceas con copas de robles vivos. La plaza, dispuesta en forma de herradura, contiene hileras arqueadas de bloques aterrazados parcialmente sumergidos en agua corriente. El agua se alimenta de la entrada del túnel de inundación de acero inoxidable, cuyas láminas se han perforado para reproducir el cielo nocturno tal y como se veía el 5 de mayo de 1718, fecha de la fundación del Presidio de San Antonio de Béxar. Una vez completado, el parque atravesará más de 2,2 millas e incluirá 60.000 pies lineales de nuevos muros, cuatro millas de senderos, ocho puentes restaurados y rediseñados, once acres de parterres y una variedad de obras de arte que representan escenas de la historia de la ciudad. El parque contendrá la llanura de inundación de 100 años a la vez que transformará las orillas del canal de control de inundaciones, que históricamente servía de barrera entre el lado oeste de la ciudad y el centro, en un espacio verde transitable y un lugar de encuentro para la comunidad.