Las lesiones cerebrales traumáticas (LCT) se complican frecuentemente con alteraciones del estado de ánimo y del comportamiento, así como con una prevalencia 3 veces mayor de trastornos de la personalidad después de las LCT1. Presentamos datos preliminares de un estudio en curso sobre los rasgos de personalidad antes y después de la LCT. Se reclutaron pacientes con lesiones craneales cerradas por primera vez en la unidad de traumatología del Hospital Johns Hopkins y en la unidad de lesiones cerebrales del Hospital Kernan de la Universidad de Maryland (Baltimore, MD). Los participantes fueron evaluados dos veces: inicialmente en los primeros 3 meses de la LCT y 12 meses después de la LCT. El perfil de personalidad fue capturado usando la versión abreviada de 60 ítems del Inventario de Personalidad NEO (NEO-PI-R) llamado Inventario de Cinco Factores NEO (NEO-FFI) 2. Las puntuaciones brutas del NEO-PI-R se transformaron en puntuaciones percentiles utilizando normas publicadas para la edad y el género3. Para evaluar las características de la personalidad antes de la LCT (es decir, «premórbida»), en la visita de referencia el amigo o miembro de la familia fue instruido para informar retrospectivamente sobre los rasgos de la personalidad del participante como se observó antes de la LCT (reportado en la Tabla como «Línea de base»). Se realizó una prueba T para muestras emparejadas para examinar las diferencias entre las puntuaciones de personalidad de la línea de base y de los 12 meses. Se realizó un análisis de regresión multilineal para evaluar las correlaciones de los rasgos de personalidad, controlando la puntuación del factor NEO-PI-R en la línea de base
Hubo un total de 41 personas que completaron los perfiles NEO-PI-R en la línea de base y a los 12 meses. La extraversión y la apertura disminuyeron desde la línea de base (reflejando los rasgos previos a la LCT) hasta los 12 meses. Los cambios fueron pequeños en magnitud con disminuciones percentiles de 10,9 puntos para la Extraversión y 5,1 puntos para la Apertura. Después de corregir las comparaciones múltiples, no hubo asociaciones estadísticamente significativas entre los rasgos de personalidad posteriores a la LCT y las variables clínicas de referencia, incluyendo la edad, el género, la situación de vida, el empleo, la raza, la educación, la presencia de una lesión frontotemporal (evaluada por tomografía computarizada), la Escala de Actividades de la Vida Diaria de Lawton, la puntuación de la Escala de Coma de Glasgow, así como la presencia de cualquier diagnóstico psiquiátrico posterior a la LCT, incluyendo el trastorno por abuso de sustancias, el trastorno del estado de ánimo, el trastorno de ansiedad o el cambio de personalidad. Estos resultados son similares a los de Kurtz et al4, que encontraron estabilidad de los rasgos de personalidad después de la LCT. Nuestros resultados actuales sugieren que un cambio relativamente pequeño en los rasgos de personalidad después de la LCT actúa como un marcador de la lesión cerebral traumática y no de la gravedad de la lesión o de las complicaciones. Recomendamos que la investigación futura incluya estudios más potentes y de mayor duración que utilicen evaluaciones de la personalidad tan cerca del momento de la lesión como sea posible y que utilicen métodos de imagen más sensibles, incluyendo la RM y las imágenes de tensor de difusión.