Amanda Hill
El PVC es aclamado como un material maravilloso, y en muchos aspectos lo es. Sin embargo, las posibilidades no son infinitas. El PVC tiene sus límites, especialmente en las aplicaciones de climatización. A veces, el PVC tiene sentido para las aplicaciones de calefacción y refrigeración; otras veces, no. Antes de decidir qué material es el mejor para su proyecto de construcción o instalación, considere cómo quiere que funcione su sistema, qué gastos está dispuesto a pagar por adelantado y los factores que podrían limitar las actualizaciones en el futuro.
A continuación se presentan algunos pros y contras del PVC que pueden ayudarle a decidir si es el material para su proyecto de calefacción y refrigeración.
Un vistazo a los pros
Capacidad: El PVC es duradero y utilizable para una variedad de propósitos. En muchos casos, su robustez facilita la instalación. Puede utilizarse en una amplia gama de entornos, ya sea en techos, paredes o suelos. Sin embargo, la diferencia de peso puede ser un problema (más en los contras).
Resistencia a la corrosión: La corrosión puede ser un problema en cualquier entorno, pero más en un edificio comercial donde los humos, los gases o los escapes pueden poner un sistema de HVAC en riesgo de dañarse con el tiempo. El PVC se considera una buena opción para mitigar el riesgo y se utiliza a menudo para cumplir con las normas de seguridad obligatorias. En los hogares, los conductos de PVC pueden permitir que un sistema de calefacción y refrigeración funcione por debajo de la casa sin que se corroa por la humedad o incluso por el radón. Con el tiempo, los conductos metálicos pueden oxidarse y tendrán que ser sustituidos. En definitiva, puede ahorrar dinero con los conductos de PVC.
Versatilidad: El PVC es útil si un constructor prefiere diseñar una casa con rejillas de calefacción y refrigeración en el suelo en lugar de en el techo. Es especialmente útil si la casa no va a tener un espacio de arrastre que deje espacio para los conductos metálicos. Para una casa construida sobre una losa de hormigón, los conductos de PVC son una opción preferible por estar colocados directamente bajo el suelo. Y como se ha mencionado anteriormente, el material de PVC protege contra la corrosión relacionada con la humedad que puede producirse a nivel del suelo.
Aislamiento: Una de las razones principales por las que se utiliza el PVC para la calefacción y la refrigeración es que el material es mucho mejor para aislar que los metales, que son conductores que no retienen bien el calor. Cuando el aire caliente y el frío se abren paso a través de las finas láminas de acero, se dispersan, lo que da lugar a un sistema de calefacción y refrigeración que no es tan eficiente como el del PVC. Mientras que los conductos metálicos suelen estar bien para los edificios pequeños, el PVC se prefiere a menudo en los edificios más grandes, donde el calor y el aire frío tienen que viajar más lejos a través de los conductos.
Un vistazo a los contras
Las limitaciones del calor: Si bien el PVC puede utilizarse para transportar agua y aire frío durante todo el día, existen clasificaciones de temperatura máxima para el material. La temperatura máxima universal para el PVC es de 140 °F. Esto podría limitar algunas aplicaciones de calefacción si se espera que las temperaturas estén cerca o por encima de este rango.
Coste: En general, el PVC es más caro de fabricar. La diferencia de coste no es enorme, por lo que para los edificios más pequeños, el precio más alto puede ser insignificante. Sin embargo, para los edificios más grandes, los costes pueden aumentar. Aunque los costes iniciales del PVC pueden ser más elevados, hay que tener en cuenta que el PVC puede ahorrar dinero a lo largo del tiempo si se tiene en cuenta el mantenimiento y la eficiencia energética.
Peso: Los conductos metálicos son muy finos y ligeros. En comparación, el PVC puede pesar dos veces más cuando se hacen estructuras similares. Desde el punto de vista de la construcción y el diseño, esto puede ser limitante. También puede complicar la instalación.
Aplicación cruzada: Si decide utilizar el PVC en los conductos, debe tener en cuenta que no podrá sustituir las piezas metálicas más adelante. No podrá actualizar simplemente por sustitución. Los dos tipos de productos no son intercambiables, ya que no están disponibles en las mismas formas y tamaños. Esto puede complicar el mantenimiento y las actualizaciones futuras. Además, las formas de los conductos metálicos a medida son más fáciles de fabricar sobre el terreno que las formas de PVC, que a menudo deben encargarse especialmente a un fabricante.
Las necesidades de climatización son diferentes para cada estructura, y es probable que usted tenga sus propias prioridades a la hora de instalar, ya sea la eficiencia energética, la comodidad o el coste. El PVC puede ahorrar energía y abrir diferentes opciones de diseño, pero puede ser más caro inicialmente y puede limitar su capacidad de adaptación posterior. En general, es un material factible (y a menudo preferido) para los sistemas de calefacción y refrigeración, pero no siempre. Si tiene en cuenta cada uno de los pros y los contras enumerados anteriormente, estará mejor equipado para determinar el mejor material de conductos para su proyecto específico.