Queratitis por Pseudomonas y uso de lentes de contacto: la lente/ojo tiene la culpa

La queratitis microbiana por Pseudomonas aeruginosa es la infección corneal más frecuente asociada a las lentes de contacto (LC). Los organismos Pseudomonas son omnipresentes en la naturaleza, y pueden colonizar las LC sin una infracción previa en el cuidado o la higiene de las lentes. Aunque el cuidado deficiente de las lentes es frecuente en los pacientes afectados, la contaminación de las lentes y los defectos epiteliales traumáticos son más relevantes. Las lentes hidrofílicas, especialmente las de uso prolongado, se han asociado a una mayor frecuencia de queratitis por Pseudomonas. Al parecer, la matriz polimérica de estas lentes es idónea para la adherencia ávida de los organismos Pseudomonas. La adherencia se ve favorecida por la presencia de los recubrimientos de las lentes, que comienzan a acumularse en el momento de su colocación y cuyo nivel aumenta con el tiempo. Las pruebas sugieren que la infección es más común con lentes de contacto contaminadas con mucina que con lentes de contacto contaminadas sin recubrimiento. En general, el uso de lentes puede favorecer la adherencia bacteriana a la superficie ocular al proteger la córnea de la acción limpiadora de los párpados y de los componentes inmunitarios de las lágrimas. Sin embargo, los modelos experimentales han demostrado que la queratitis se desarrolla con regularidad (84%) sólo en las córneas que han sido traumatizadas. El traumatismo puede producirse por la inserción o la retirada de la lente, el atrapamiento de depósitos o residuos, la hipoxia o las reacciones tóxicas a los conservantes de las soluciones. Se cree que el uso prolongado facilita el proceso infeccioso debido a la acumulación crónica de recubrimientos, la exposición crónica de las LC a bacterias potencialmente adherentes, la presencia continua de depósitos irritantes en la lente, el atrapamiento prolongado de residuos bajo la lente y la relativa infrecuencia de la limpieza y desinfección de la lente.