Salud

La gastroenteritis, o gripe estomacal, es un bicho muy contagioso que es común en nuestra región a partir de los meses de otoño e invierno.

A diferencia de la gripe, que afecta al sistema respiratorio, la gripe estomacal ataca a los intestinos provocando los siguientes síntomas:

– Diarrea acuosa y sin sangre
– Calambres y dolor abdominal
– Náuseas, vómitos o ambos
– Dolores musculares ocasionales, dolor de cabeza y fiebre baja

La gastroenteritis se contagia normalmente al compartir comida o bebida con alguien infectado o al compartir otros objetos con ellos, como utensilios o toallas. Los niños también pueden contagiar la enfermedad llevándose las manos a la boca después de tocar objetos o superficies contaminadas.

Los síntomas suelen aparecer entre uno y tres días después de la exposición y pueden ser de leves a graves. Normalmente los síntomas duran sólo uno o dos días, pero en algunos casos pueden persistir hasta diez días.

La principal complicación de la gastroenteritis vírica es la deshidratación, es decir, una gran pérdida de agua y de sales y minerales esenciales. Si está sano y bebe lo suficiente para reponer los líquidos que pierde por los vómitos y la diarrea, la deshidratación no debería ser un problema. Sin embargo, los bebés, los adultos mayores y las personas con sistemas inmunitarios suprimidos pueden sufrir una deshidratación grave cuando pierden más líquidos de los que pueden reponer. Puede ser necesaria la hospitalización para reponer los líquidos perdidos por vía intravenosa. La deshidratación puede ser mortal, pero rara vez.

Para evitar contraer la gripe estomacal, se recomienda que las personas se laven bien las manos, utilicen elementos separados en el hogar, desinfecten todos los objetos y superficies potencialmente infectados y mantengan la distancia con las personas infectadas.

Si contrae la gastroenteritis, siga estos consejos:

– Deje que su estómago se asiente. Deje de comer alimentos sólidos durante unas horas.
– Pruebe a chupar trozos de hielo o a tomar pequeños sorbos de agua. También puede probar a beber líquidos claros o caldos o bebidas deportivas sin cafeína. Beba mucho líquido todos los días, tomando sorbos pequeños y frecuentes.
– Vuelva a comer con tranquilidad. Comience gradualmente a comer alimentos suaves y fáciles de digerir, como galletas de jengibre, tostadas, gelatina, plátanos, arroz y pollo. Deje de comer si vuelven las náuseas.
– Evite ciertos alimentos y sustancias hasta que se sienta mejor. Entre ellos están los productos lácteos, la cafeína, el alcohol, la nicotina y los alimentos grasos o muy condimentados.
– Descanse mucho. La enfermedad y la deshidratación pueden haberle debilitado y cansado.

Consulte a un médico si se deshidrata (caracterizado por una sed excesiva, sequedad de boca, orina de color amarillo oscuro o inexistente, debilidad grave o mareos), si los síntomas persisten durante más de 24 horas, si vomita sangre o tiene sangre en las heces, o si tiene una temperatura de 40 grados o más.

Todo el contenido de este boletín está destinado a la información general y no pretende ni implica sustituir el consejo, el diagnóstico o el tratamiento médico profesional. Por favor, consulte a un profesional médico antes de adoptar cualquiera de las sugerencias de esta página. Nunca debe ignorar el consejo médico profesional ni retrasar la búsqueda de tratamiento médico basándose en el contenido de este boletín. CONSULTE SIN DEMORA A SU MÉDICO O LLAME AL 911 SI CREE QUE TIENE UNA EMERGENCIA MÉDICA.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.