Cuando escribimos los informes de evaluación de la CAA, recopilamos los documentos de financiación y resumimos el nivel actual de rendimiento en los PEI, frecuentemente comentamos la inteligibilidad del habla. En algunos casos, hemos administrado un instrumento de evaluación estandarizado y compartimos esos resultados. Sin embargo, a menudo los comentarios son de naturaleza más descriptiva. No es raro leer documentación en la que se describe a alguien con dificultades de articulación como alguien con una inteligibilidad del habla leve, moderada o grave. Estas categorías son bastante amplias, están abiertas a la interpretación y pueden ser bastante vagas.
¿Qué queremos decir realmente cuando decimos que alguien tiene o no tiene un habla inteligible?
Para acotar el significado, especificamos las dos variables que más influyen en lo comprensible que es realmente el habla del comunicador: el contexto y el interlocutor. Especificar si el contexto es conocido y el interlocutor es familiar, nos ayuda a interpretar mejor los descriptores de leve, moderado y grave.
- Compañero desconocido, contexto desconocido: Esta es la situación más difícil para hacerse entender. Básicamente, el usuario de CAA está hablando sobre un tema no especificado a alguien que no conoce.
- Compañero no familiarizado, contexto conocido: Esto es un poco más fácil porque aunque el compañero no está familiarizado con los patrones de habla del usuario de CAA, es capaz de utilizar el contexto para ayudar a descifrar el discurso poco claro.
- Compañero Familiar, Contexto Desconocido: Conocer los patrones de mala articulación del individuo puede ayudar considerablemente, pero sigue siendo difícil cuando no conocemos el tema de la conversación.
- Compañero familiar, contexto conocido: Conocer al comunicador y el tema es lo mejor de ambos mundos. Esta es la condición más fácil para interpretar un mensaje de alguien con una discapacidad del habla.
Añadir estas cuatro condiciones a nuestra descripción puede contribuir en gran medida a una comunicación más clara y eficaz entre los miembros del equipo. Así que, la próxima vez que alguien te diga que una persona con necesidades de CAA tiene un habla moderadamente ininteligible, pide más información. Y considera usar estas categorías en tus propias discusiones sobre la inteligibilidad del habla. Todos podemos mejorar en el uso de un lenguaje preciso para describir nuestros hallazgos clínicos.