Hito: Percepción de la profundidad
Como ya habrás notado, la vista de tu bebé se desarrolla continuamente. (Al nacer, apenas podía ver tu cara y ahora no puede dejar de sonreírle).
La capacidad de enfocar, de mover los ojos con precisión e incluso de utilizarlos juntos son hitos importantes que los bebés experimentan a medida que exploran su emocionante nuevo mundo.
Según la Asociación Americana de Optometría, los bebés no nacen con la percepción de la profundidad (la capacidad de juzgar si los objetos están más cerca o más lejos que otros objetos). Pero entre los cinco y los ocho meses, los ojos se unen para formar una visión tridimensional y empiezan a ver en profundidad. Esto ayuda a los bebés a identificar mejor los bordes (¡como las escaleras!) y a averiguar qué objeto está más cerca.
Sin embargo, sigue siendo necesario que vigiles muy de cerca a tu ajetreado hijo, especialmente si tienes un rodillo. Por lo tanto, si necesitas ir al baño o recuperar el reparto de pañales, pon a tu pequeño a salvo en la cuna o abrochado en un asiento para bebés.
Consejos para potenciar el desarrollo visual
- Tenga momentos de juego con el móvil en la cuna de su bebé
- Coloque los juguetes justo fuera de su alcance para que su bebé se esfuerce en agarrarlos
- Dé a su bebé varios objetos para que los sujete, como bloques libros de cartón, mordedores y sonajeros
- Mueva las manos de su bebé con diferentes movimientos cuando le cante canciones como «patty cake» o juegue al «peek-a-boo»
Pruebe esto: Shake, Rattle and Roll
Los sonajeros existen desde hace mucho tiempo, y por una buena razón. Estos sencillos juguetes hacen las delicias de los incipientes sentidos de los bebés a medida que van entendiendo la causa y el efecto, y además les ayudan a fortalecer la coordinación mano-ojo. Estos son los sonajeros favoritos de los padres de Babylist, desde los que se pueden llevar puestos hasta los clásicos de madera.
¿Qué debe hacer si su bebé se cae?
No importa lo cuidadosa, cariñosa y atenta que sea, las caídas pueden ocurrir. Una de las causas más comunes a esta edad es caerse de algo, como los muebles.
Adrienne Dreyfuss, MD, FAAP, recomienda repasar esta lista de comprobación para proporcionar a su médico información importante si su bebé se cae:
- ¿A qué distancia se cayó el bebé?
- ¿Sobre qué superficie se cayó (cemento, madera dura, alfombra)?
- ¿Qué parte del cuerpo se golpeó? (Por lo general, la cabeza es lo primero que se golpea, ya que es la parte más pesada del cuerpo)
- ¿Hay una mancha rosada, un moretón, una roncha, una hinchazón o una hemorragia?
- ¿El bebé lloró de inmediato?
- ¿Se le pudo calmar?
- ¿Hubo vómitos?
- ¿Se le amamantó o bebió desde entonces y lo mantuvo?
- ¿Se mueven todos los brazos y piernas con normalidad?
El Dr. Dreyfuss explica: «Si el bebé lloró enseguida, no tuvo pérdida de conocimiento, bebió o tomó el pecho sin vomitar, se calmó adecuadamente, mueve todos los brazos y piernas y se comporta con normalidad, entonces está bien llamar a su pediatra para que le aconseje y/o vigilar al bebé de cerca. Ya no recomendamos despertar a los bebés periódicamente para vigilarlos porque probablemente se pondrán de mal humor si se les despierta, por lo que no obtendrá una buena evaluación. Si algo de lo que se menciona aquí es anormal, lleve al bebé a la sala de emergencias más cercana (es preferible una sala de emergencias pediátrica) para que lo evalúen»
No hay necesidad de asustarse si su bebé tiene un moretón o una hinchazón, siempre y cuando se comporte como siempre. Ponle compresas frías en la piel, pero asegúrate de que la bolsa de hielo/frío esté envuelta en una toalla. Aunque puedes darle a tu bebé Tylenol infantil para controlar el dolor, el ibuprofeno (Motrin/Advil) no es seguro hasta los seis meses de edad. Si hay una herida abierta, y es difícil detener la hemorragia, el Dr. Dreyfuss recomienda limpiarla bien con agua y llevar al bebé al pediatra.
Si tu bebé no mueve los brazos y las piernas con normalidad, dirígete a urgencias (urgencias pediátricas si es posible) para que lo evalúen. Siempre es bueno llamar al pediatra de guardia de tu consulta para que te aconseje también. Pero no espere una respuesta para dirigirse al hospital.
Su cuerpo: Cómo lidiar con la diástasis de rectos
La diástasis de rectos es una afección posparto común, pero muchas mujeres nunca han oído hablar de ella hasta que la padecen.
Durante el embarazo, tus abdominales comienzan a estirarse y separarse gracias al crecimiento del útero y a los cambios hormonales. Esto sucede sin que te des cuenta, pero a veces los músculos permanecen separados por una distancia anormal después del parto. Un signo revelador de la diástasis de rectos es que tu vientre sigue sobresaliendo meses después del parto, y puede provocar dolor lumbar, estreñimiento o incontinencia urinaria. Es posible que pueda sentir el hueco en los abdominales si se tumba boca arriba, contrae los músculos del estómago y presiona suavemente con los dedos la zona que rodea el ombligo.
La mejor manera de diagnosticar la diástasis de rectos es acudir a su médico. Es posible que te remita a un fisioterapeuta especializado en salud posparto para que te oriente sobre cómo reconstruir de forma segura tu pared abdominal con los ejercicios adecuados (¡los abdominales pueden empeorar la condición!). En casos extremos, es necesario recurrir a la cirugía.