Todos queremos vivir con intención y en nuestros propios términos, pero muchos de nuestros días están atascados en el piloto automático. Es más fácil pasar por el aro y dejar que los eventos externos o las personas controlen nuestro día que establecer intenciones y seguirlas. Sin embargo, al crear conciencia sobre la vida intencional podemos dirigir nuestro propio curso y vivir una vida que sea fiel a nuestros deseos, necesidades, metas y anhelos.
Señales de que estás atascado en el piloto automático
Para vivir con intención, primero necesitas empezar a reconocer las señales de que no estás controlando tu propia vida. Algunas de las señales son:
- Haces muchas cosas sin pensar en ellas.
- Tu rutina diaria es predecible.
- Inventas excusas para no probar cosas nuevas.
- Tu modo por defecto es desplazarte por tu teléfono.
- Dices que sí a todo.
- No estás avanzando en tus objetivos.
- Sientes que a tu vida le falta algo, que hay una vida mejor por vivir.
¿Cuántas de esas señales reconoces? Aunque sólo sean una o dos definitivamente podrías estar viviendo con más intención y tomando las riendas de tu propia vida y acciones. Pongamos manos a la obra!
Cómo vivir con intención
Vivir con intención significa hacer un balance de dónde estás ahora (mental, física y emocionalmente). También significa ser honesto y aceptarte a ti mismo. Tienes que hacerte la difícil pregunta: ¿qué es lo que realmente quiero con mi vida?
Decide qué es importante para ti
El primer paso para vivir con más intención es evaluar qué es importante en tu vida. ¿Cuáles son exactamente tus prioridades y qué te ayudaría a sentirte más realizado y satisfecho? ¿Dónde quieres pasar tu tiempo y con quién? ¿Cuáles son tus objetivos y qué podría ayudarte a alcanzarlos? ¿Cómo quieres cambiar tu vida para vivir mejor?
Crea conciencia mediante el seguimiento
Una forma sencilla de cambiar el comportamiento y dejar de hacer cosas que no sirven a tus intenciones es mediante el seguimiento de tus acciones. Escoge un día (o mejor aún, una semana) y haz un seguimiento del tiempo que pasas en el modo común de piloto automático/respuesta como:
- Desplazamiento por las redes sociales
- Correo electrónico
- Noticias (leer, ver, escuchando)
- Diciendo que sí a las peticiones de tu tiempo
- Cualquier otra cosa que hagas por defecto sin pensar en ello
Una vez que seas consciente de cuánto tiempo estás gastando en los derrochadores de tiempo (como me gusta llamarlos), puedes empezar a tomar decisiones más conscientes sobre dónde gastar tu tiempo.
Establezca objetivos y haga un plan
Una vez que defina lo que es importante para usted e identifique dónde está perdiendo el tiempo, es el momento de hacer un plan. Por ejemplo, si tu intención es pasar más tiempo con tu familia, ¿qué significa eso? ¿Significa cocinar la cena y comer en la mesa? ¿Jugar a la pelota en el jardín? ¿Hacer un viaje por carretera? Especifique cómo va a pasar intencionadamente más tiempo con su familia.
Además de este plan, asegúrese de incluir un objetivo y un plan para reducir el tiempo dedicado a las pérdidas de tiempo, como el desplazamiento por las redes sociales y las tareas en piloto automático. Estás tomando la decisión de dedicar tiempo a estas tareas, y vivir intencionadamente consiste en reconocer tus decisiones. Define tus objetivos para reducir el tiempo que dedicas a las tareas que no sirven a tus objetivos o propósitos finales. Casi por defecto, esto aumentará tu tiempo viviendo con intención.
Practica la atención plena y estate presente
Una práctica regular de la atención plena es una gran manera de vivir con intención. El mindfulness consiste en estar presente, ser consciente de uno mismo y tener los pies en la tierra. A través de la atención plena, puedes ser más «consciente» de tus acciones, reacciones y las decisiones que tomas. Esta conciencia te ayuda a «tomar el control» de tus decisiones y a vivir más según tus intenciones. Puedes practicar la atención plena de muchas maneras, incluyendo las siguientes:
- Meditación – Siéntate y concéntrate en la respiración. Fíjate en los momentos en los que tu mente divaga y vuelve a centrarte en la respiración. Nos gustan las aplicaciones Headspace o Calm.
- Escucha «activa» – Estar totalmente presente en la conversación. Observar la voz, los ojos, la boca y los gestos de la otra persona.
- Comer con atención – Prestar atención a todas las sensaciones de la comida. Los olores, la textura, los diferentes sabores, el calor.
- Caminar – Sentir realmente las sensaciones al caminar. Observe cómo sus pies golpean el suelo, sienta el viento, vea los árboles, huela la hierba, oiga el piar de los pájaros.
- Ansias – Cuando tenga un antojo (ya sea hambre o necesidad de coger el teléfono), observe cómo se siente. ¿Qué ha provocado el antojo? ¿Fue algo ambiental o físico? ¿Puedes aguantar? ¿Cómo se siente al no satisfacer el antojo?
Disciplina y práctica
No puedes esperar hacer cambios y vivir con intención de inmediato. Para conseguir lo que quieres, tienes que ponerte a trabajar. Te costará, irás a la deriva, volverás a caer en los viejos hábitos y en el modo de piloto automático.
Eso es normal, eres humano. Estás conectado a la comodidad.
Vivir con intención comienza con una elección deliberada y consciente de seguir un curso de acción o dirección particular. Tenemos que practicar la intención deliberada todos los días o no funcionará. Al igual que un plan de ejercicios, hay que seguirlo y ser constante a largo plazo para ver los resultados. Vivir con intención se compone de muchas pequeñas elecciones conscientes cada día.
¿Cómo estás eligiendo vivir?
¿Quieres mirar atrás en tu vida dentro de 20 años y lamentar no haber vivido con intención? ¿Cómo quieres vivir mejor? Háznoslo saber en los comentarios de abajo. Queremos saber cuáles son tus objetivos y cómo estás trabajando en ellos. Además, etiquétanos en un post en Instagram @realsimplegood y #TheRSGLife. ¡Toma la decisión hoy de vivir con intención y tomar el control de tu vida!