En tu búsqueda de pistas más ricas y con un sonido más «profesional», es probable que te hayas topado con el concepto de superposición de sonidos.
Fundamentalmente, se trata de un principio básico: combinar (o apilar) dos o más sonidos del mismo tipo para conseguir un resultado más potente o interesante que el que puede conseguir una sola fuente aislada, creando la percepción de un sonido más completo y denso.
La idea es tan antigua como la propia música: imagine que los coros combinan varios cantantes al unísono para crear más profundidad y potencia, proporcionando un sonido más complicado e interesante para el oyente.
La advertencia es que es fácil hacer un desastre cuando se mezclan varias fuentes de sonido, especialmente cuando tienen características similares. El choque de frecuencias y el enmascaramiento pueden enturbiar fácilmente la mezcla, especialmente en los medios; los transitorios pueden luchar entre sí, causando inconsistencias dinámicas; y la falta de precisión o de planificación previa puede conducir a la cancelación de la fase, resultados flojos y una mezcla débil y amateur en general.
Estos prácticos consejos y trucos te ayudarán a evitar estos escollos y a asegurarte de que la estratificación no te perjudica más de lo que te beneficia.
Para obtener más información sobre la estratificación, consulta el número de enero de Computer Music (CM 199).
No te encariñes demasiado
El apilamiento de sonidos no consiste sólo en juntar capas lo más rápido posible. Utiliza cada elemento para contribuir a una «imagen más grande» general, y no te encariñes demasiado con una parte en particular. Prepárate para desechar o reemplazar los elementos que no funcionen en tu búsqueda de un sonido superior.
Mono vs. anchura
Cuando desvanezcas una capa estéreo para dar una presencia amplia a los lados de la mezcla, asegúrate de sumar tu salida general a mono en ocasiones utilizando cualquier plugin estándar de ‘monoising’ o reducción de anchura. Si el resultado final se desvanece o desaparece, considera la posibilidad de revisar cada parte y ajustar su anchura para evitar demasiada cancelación.
Menos es más
Trata de minimizar el número de capas que estás combinando. No estamos diciendo que nunca debas apilar cinco sonidos juntos, pero asegúrate de silenciar regularmente cada canal para ver cómo está contribuyendo. Si hay una capa que haga el trabajo de dos, sustitúyela por ella.
El más fino es el ganador
Muchos de los paquetes comerciales modernos contienen sonidos densos y preparados en capas para crear ese factor de «sorpresa» cuando los escuchas. Aunque suenan impresionantes de forma aislada, si quieres utilizarlos para hacer capas, probablemente tendrás que procesarlos mucho para que encajen. Guarde una carpeta de sonidos más finos y capas (viejos golpes de hip-hop o cajas de ritmos, por ejemplo) para tareas específicas de estratificación.
Apilamiento de samplers
Los modernos samplers de software y cajas de ritmos albergan funciones que le facilitan la vida al combinar dos o más sonidos. Las funciones de transposición te permiten cambiar los sonidos de forma rápida y sencilla. Los filtros de paso alto y bajo integrados le permiten eliminar rápidamente las frecuencias no deseadas para que todo funcione en un instante. La mayoría de los reproductores cuentan con múltiples salidas para que puedas encaminar las capas separadas a canales individuales de la DAW si necesitas procesarlas más a fondo.
Conocimiento de los transitorios
Si has creado un golpe de batería contundente a partir de dos o más capas, ten cuidado de que tus transitorios no alcancen un pico demasiado alto, ya que podrían consumir un valioso espacio libre. Para monitorizarlos, recomendamos un analizador de forma de onda tipo osciloscopio en tiempo real, como el s(M)exoscope o el WaveShaper CM.
Reducción de transitorios
¿Pero qué pasa si esos transitorios tienen picos en una mezcla? Cómo debes reducirlos sin arruinar tu sonido cuidadosamente apilado? La solución obvia es la reducción de la ganancia con un plugin limitador transparente, pero también puedes ser más creativo. La aplicación sutil de una herramienta de saturación de cinta, un toque de distorsión o un modelador de transitorios pueden ayudar a reducir los picos.
Tono perfecto
Cuando se mezclan sonidos (especialmente baterías), acostúmbrate a utilizar el parámetro de transposición o afinación de tu sampler. La repetición de la afinación puede ayudar a que dos sonidos se fusionen, incluso antes de añadir otros efectos. Puede añadir brillo a una caja, textura a un paisaje sonoro o un «pegamento» realista para unir los sonidos. Una vez más, mantén una biblioteca de lechos y texturas interesantes para diseñar tus muestras.
Mundos paralelos
Los envíos y retornos pueden ser ideales para viajes creativos por capas. Carga algunas cadenas de efectos locas en una pista de retorno, envía una parte de la señal de tu sonido fuente a ese retorno y luego experimenta con los ajustes y efectos de los plugins. Exporta la pista de retorno por separado y, a continuación, vuelve a importarla y ponla en capas con tu sonido de origen para editarla y procesarla aún más.
Estratificación en la biblioteca
Una vez que desarrolles tus habilidades de estratificación, es estupendo tener carpetas específicas en tu biblioteca de muestras dedicadas a esta tarea de estratificación para poder recurrir rápidamente a los elementos ‘Tops’, ‘Snap’, ‘Body’ o ‘Release’ sobre la marcha. Paquetes como Dirt y Layers de Goldbaby se han dado cuenta de este flujo de trabajo y ofrecen este enfoque en un práctico formato preparado de antemano.
Planifica tu tiempo
La estratificación puede ser una tarea, así que cuando trabajes rápidamente, guarda plantillas dedicadas a la estratificación o al diseño de sonido para tus sesiones de apilamiento más centradas. Podrás tener tus canales, retornos, grupos y cadenas de procesamiento listos para usar. Cuando te apetezca un poco de acción de estratificación, ponte manos a la obra, pero no te olvides de exportar tus creaciones para utilizarlas más tarde.