Este artículo es parte de una serie que enseña conceptos esenciales de finanzas personales a los adolescentes. En Dinero de menos de 30 años, creemos que nunca es demasiado pronto para ser responsable desde el punto de vista financiero; esperamos que esta serie sea un buen punto de partida.
Como joven adulto que espera conducir por primera vez, o uno que intenta iniciar el camino hacia la universidad, la banca se convertirá en una necesidad. Hay muchas cosas que necesitas saber sobre la banca que, por desgracia, no se aprenden en la escuela.
Aunque conseguir una tarjeta bancaria es una parte importante del éxito financiero, no es en absoluto el final de lo que necesitas saber. ¿Te has preguntado alguna vez qué es una cuenta corriente, cómo evitar un sobregiro y a dónde puede ir a parar todo tu dinero en un banco? Continúe leyendo para obtener una lección básica sobre la banca y cómo puede ayudar a despejar su camino hacia la prosperidad financiera.
Lo que viene a continuación:
Cuentas de ahorro
Si va en serio con ese coche, la educación universitaria u otros objetivos importantes, ponga su dinero donde está su boca y alimente una cuenta de ahorro.
Mantener el dinero en una cuenta de ahorro le ayuda a prepararse para hacer grandes compras a medida que el tiempo evoluciona y permite que su dinero crezca. El fundador y presidente de Lexington Wealth Management, David Dedman, recomienda empezar a guardar al menos el 10% de lo que se gana. Ese 10% se acumula con el tiempo y, aunque no parezca mucho, puede suponer muchos beneficios, como jubilarse pronto o comprar su primera casa. Una fracción de su dinero en una cuenta de ahorro puede suponer una gran diferencia.
Puede elegir una cuenta de ahorro normal, que es fácil de abrir en cualquier banco y de contratar en persona, aunque puede requerir un saldo mínimo diario más elevado. O, ya que eres joven y más conocedor de la tecnología, también hay cuentas de ahorro online a las que puedes acceder desde cualquier lugar y que ofrecen tipos de interés más altos. Este tipo de cuentas le demuestran que tiene más riqueza de la que cree, ¿por qué no empezar ahora?
Cuentas corrientes
¿Ha guardado algo de dinero en su cuenta de ahorros, pero tiene demasiado efectivo y quiere un lugar donde ponerlo? Una cuenta corriente le ayuda a resolver ese problema.
A diferencia de las cuentas de ahorro, las cuentas corrientes son accesibles en cualquier momento. Y puede acceder a ella de varias maneras: depositando cheques, usando una tarjeta de débito o utilizando el cajero automático de su banco. Mantiene tu dinero a salvo y te cubre en caso de que te roben la tarjeta de débito. El banco puede desactivarla para que otra persona no pueda utilizarla a su antojo.
Cuando acceda a su cuenta, asegúrese de guardar sus recibos o de registrar cada transacción que realice para mantener sus gastos al mínimo. Sí, las cuentas corrientes son excelentes sustitutos del dinero en efectivo, pero eso no significa que deba recurrir a ellas en un momento dado.
Deberá asegurarse de que su cuenta tiene un saldo saludable, ya que la mayoría de los bancos cobran una comisión por sobregiro por las compras que superan su saldo. Solicite la protección contra sobregiros, si procede, pero el mejor consejo sería no utilizar su cuenta corriente para compras importantes.
Vincular sus cuentas corriente y de ahorro puede ayudarle a evitar las comisiones por sobregiro en algunos casos, y le permite mover el dinero con libertad de una cuenta a otra.
Cuentas del mercado monetario
Las cuentas del mercado monetario (MMA) y las cuentas de ahorro funcionan de forma similar. Usted deposita dinero en una cuenta y gana intereses en esa cuenta. La mayor diferencia entre ambas es el hecho de que las cuentas del mercado monetario ganan muchos más intereses que las cuentas de ahorro tradicionales.
Sin embargo, es importante señalar en este punto que las MMA tienen un requisito de saldo mínimo más alto (a menudo de miles de euros) para ganar el mejor APY. Esto hace que las MMA estén fuera del alcance de muchos clientes jóvenes.
Aunque las MMA funcionan como cuentas de ahorro, también funcionan como cuentas corrientes en muchos aspectos. Puede emitir cheques desde su cuenta y también retirar dinero. Algunas incluso vienen con tarjetas de débito.
Tarjetas de crédito
Cuando no se tiene dinero en efectivo, el plástico parece el camino a seguir. Pero es mucho más que una simple tarjeta. Es la llave para dar el siguiente paso en el camino hacia tu destino financiero.
Tener una tarjeta de crédito te permite crear crédito para que puedas aumentar tus posibilidades de hacer compras importantes como un coche o alquilar un nuevo apartamento. Si eres menor de 18 años, lo mejor es que convenzas a tus padres o tutores para que te añadan como usuario autorizado en su tarjeta. Bancos como American Express y Discover tienen requisitos de edad mínima de 15 años para los posibles titulares de tarjetas, mientras que otros como Citi y Wells Fargo no tienen límites de edad.
Si tienes 18 años o más, puedes solicitar una tarjeta de crédito sin la ayuda de tus padres o tutores siempre que tengas ingresos viables. La Ley de Tarjetas de Crédito de 2009 exige que todos los solicitantes menores de 21 años presenten una prueba de ingresos.
Si te quedas sin trabajo, puedes adquirir una tarjeta de crédito garantizada, que requiere que hagas un depósito de seguridad antes de que se te permita utilizarla. Ese depósito actúa como garantía de la tarjeta de crédito en caso de que no pueda pagarla a tiempo.
También puede abrir una cuenta con la firma de sus padres o tutores, pero asegúrese de realizar los pagos a tiempo, ya que la morosidad afectará a su calificación tanto como a la suya.
Las tarjetas de crédito no son «dinero gratis» como podría pensarse. Esencialmente estás pidiendo dinero prestado al banco, por lo que deberías reservar tu tarjeta de crédito para compras que estés seguro de poder devolver. Las tarjetas de crédito tienen TAE elevadas, que son básicamente el tipo de interés que pagas por tu saldo.
Al final de cada mes, recibirás un extracto de la compañía de tarjetas de crédito con tu saldo. A partir de ahí, tienes un periodo de gracia para pagar el saldo o, de lo contrario, te cobrarán intereses o cargos por retraso. Si va a empezar a utilizar las tarjetas de crédito, acostúmbrese a pagarlas por completo y a tiempo cada mes para evitar tener que pagar su TAE.
Las tarjetas de crédito tienen la opción de pagar un «pago mínimo». Sin embargo, no le recomendamos que haga pagos mínimos porque significará que seguirá incurriendo en cargos por intereses y que arrastrará el saldo al mes siguiente.
Deuda
La mayoría de la gente oye la palabra deuda y asocia sentimientos de temor y negatividad con ella. Nunca te gusta deber a la gente; sólo te pone más presión. No existe una deuda «buena», ¿verdad?
Pues sí. Algunos tipos de deuda realmente te benefician a largo plazo, ya que ayudan a mejorar tu valor neto y tu capacidad de generar ingresos. Ya sea la educación universitaria, un pequeño negocio propio o cualquier inversión a corto plazo, estas empresas demuestran lo fiscalmente responsable que puedes ser. Un buen endeudamiento te permite comprar lo que necesitas y hacer frente a las emergencias repentinas.
También te puede reportar una buena carrera si juegas bien tus cartas. La Oficina de Estadística de Estados Unidos afirmó en 2016 que los trabajadores a tiempo completo mayores de 25 años con solo un diploma de secundaria tenían un ingreso semanal medio de 679 dólares. Para los que tienen una licenciatura, es de 1.435 dólares. Así que no pienses que pedir un préstamo estudiantil es una carga. En realidad, podría aliviar uno o dos, siempre que pueda pagarlo.
La deuda mala, por el contrario, no mejora su patrimonio neto ni genera ingresos adicionales. Incluye los préstamos para automóviles o los saldos pendientes de las tarjetas de crédito. No pagarlas perjudicará su calificación crediticia y podría tardar un tiempo en recuperarse.
Estados de cuenta bancarios
Estos estados de cuenta ayudan a hacer la vida un poco más cómoda, especialmente si no ha mantenido un registro constante de sus transacciones. Este extracto es un registro impreso del saldo de su cuenta, que incluye listas detalladas de depósitos y retiros.
Ayuda a repasar estos extractos con sus padres en caso de que una terminología específica le resulte extraña, pero estos extractos son sencillos y se emiten por correo o en línea.
Cómo hacer el balance de su chequera
Una vez que haya recibido su extracto bancario y lo haya leído por encima, tome su libro de transacciones y marque todas las partidas que también aparecen en el extracto. A continuación, es el momento de hacer algunas sumas y restas.
Añada los intereses que le ha pagado su banco y reste también las comisiones que le ha cobrado el banco y los cheques sin fondos. Si los números no cuadran, asegúrese de llamar a su banco y hacer las preguntas necesarias.
Situaciones potenciales como éstas deberían convencerle de contribuir más a su cuenta en caso de que se olvide de registrar una transacción. Lo último que quieres es que tu banco te llame por un cheque sin fondos o alguna discrepancia en tu cuenta que nunca viste venir.
Resumen
Las finanzas pueden ser una bendición y una maldición para los jóvenes, pero conocer lo básico te preparará para lo que viene. ¿Sientes que no ganas lo suficiente para poder dedicarte a la banca?
Esa es la cuestión.
La banca te da la oportunidad de ganar mucho, incluso cuando no tienes mucho. El dinero siempre puede crecer con el tiempo. Una vez que lo tengas ahorrado en los lugares adecuados, te será útil cuando más lo necesites. Armado con este conocimiento, te abrirás camino hacia una riqueza que no sabías que podías alcanzar.
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