Baxter, un siamés mezcla de Maine Coon, era sólo un gatito cuando Teresa Kirschmann, de Charlotte, lo adoptó de un rescate de siameses de la costa este. Lo encontró a través de siameserescue.org, el mismo sitio que utilizó el año anterior para adoptar a Boo. Ahora, cinco años después, Baxter ha canalizado el cachorro que lleva dentro y le encantan los paseos rápidos. Teresa cuenta su historia.
Crisis de identidad: Mientras que Boo es tímida y más bien la hembra distante, Baxter es el Sr. Personalidad. Los siameses son muy inteligentes, leales y «hablan» más que otros gatos. Pero Baxter se comporta más como un perro: Me sigue todo el día, va a buscar y se sienta regularmente para ganarse sus golosinas.
Señor Cartero: Empecé a llevar a Baxter al buzón cuando aún era un gatito. En esa misma línea canina, ahora digo «vamos a por el correo» y viene corriendo. Lo llevo en brazos y nuestro cartero a tiempo completo -que dijo que nunca había llevado golosinas para gatos en su camión- siempre le da a Baxter un pequeño detalle.
Necesidad de velocidad: Mientras que a la mayoría de los gatos les suele gustar meterse en los cestos de la ropa sucia, para Baxter son su coche de carreras. Un día se metió en ellos mientras mis hijos estaban en casa y empezaron a empujarlo por la habitación. Esperaba que saltara fuera, pero ahora se ha convertido en algo habitual. Tenemos una gran sala multimedia y puedes empujarlo en círculos hasta que te canses. Entonces te mira como diciendo «¿Por qué hemos parado?»
Disfruta del paseo: El segundo juego favorito de Baxter es su cubo desplegable. Le encanta meterse en él, que lo empujen y luego lo hagan girar en el aire como en una atracción de feria. Él y Boo se complementan tan bien que estamos pensando en usar el sitio de rescate de siameses para adoptar un tercero. Hilary Trenda
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