Es nuestra época más ajetreada del año, ya que los gatitos vagabundos, huérfanos y abandonados inundan nuestros refugios.
De todos los animales que llegan a AHS, los gatitos están entre los más vulnerables. Los felinos recién nacidos llegan al mundo pesando tanto como una baraja de cartas. Dependen completamente de su madre para recibir calor, comida y protección.
Cuando los gatitos son separados de sus madres, la tarea de cuidarlos suele recaer en los humanos. En AHS, este grupo comprometido de amantes de los gatitos se conoce como voluntarios de los bebés de biberón. Cada año, estos voluntarios se asocian con el personal del refugio para proporcionar un cuidado especializado, que incluye alimentación las 24 horas del día, una fuente de calor constante y ayuda para ir al baño, algo que los gatitos aún no pueden hacer por sí mismos.
Es un trabajo duro, pero salva vidas.
A medida que los gatitos crecen, se transforman en los enérgicos paquetes de alegría que conocemos y amamos. A las 5 semanas de edad, los gatitos pueden ver, oír y hacer la transición a la comida sólida. Una vez que estén sanos y tengan la edad suficiente para la cirugía de esterilización, volverán a AHS listos para encontrar nuevos hogares.
La temporada de gatitos parece bonita, pero no hay nada bonito en un gatito sin hogar que no recibe los cuidados que necesita. Gracias a personas como tú, estos delicados animales encuentran apoyo en AHS.