Cómo hacer la siesta energética perfecta en el trabajo

siesta en el escritorio Adam Lynch usuario de flickr

Un tercio de los estadounidenses no duerme lo suficiente, lo que provoca irritabilidad, distracción y dejadez, nada de lo cual ayuda a la productividad. Incluso las personas que han descansado bien suelen experimentar un bajón de energía entre la 1 y las 4 de la tarde: Las investigaciones demuestran que una siesta reparadora puede hacer que tu cerebro vuelva a ser eficaz.

Y la duración perfecta es de sólo 10 minutos.

Al hacer una siesta tan corta -adecuada para una «reunión» de una sola persona que se reserva para sí misma en la sala de conferencias más cercana- se puede evitar la inercia del sueño, esa sensación de aturdimiento que se tiene al despertar del sueño profundo.

Esto se debe a que el sueño se produce en dos ciclos principales: movimiento ocular no rápido (NREM) y movimiento ocular rápido (REM). Como informa el Wall Street Journal, el NREM tiene dos partes: un sueño ligero y el sueño de ondas lentas, que es el tipo de sueño más profundo. Luego está el REM, en el que se producen la mayoría de los sueños.

La clave de la siesta energética, por tanto, es evitar el sueño de ondas lentas y el sueño REM, los cuales conducen a la inercia del sueño. Tome nota: si está soñando durante esa sesión de 10 minutos, ha caído inmediatamente en el sueño REM, una señal de que no está durmiendo lo suficiente por la noche, por lo que debería dormir más.

Pero en la mayoría de los casos, se despertará de una siesta de 10 minutos sintiéndose fresco y renovado, en lugar de todo borracho de sueño, según la investigación.

En un estudio de 2006 realizado por el psicólogo Leon Lack de la Universidad de Flinders en Australia, se pidió a 24 participantes que tomaran siestas de entre 30 segundos y 30 minutos. Al despertar, cada persona recibió una serie de tareas de procesamiento mental.

Los que durmieron una siesta de 10 minutos fueron los más rápidos. Su estado de alerta era evidente «de inmediato», dice Lack al Journal, y los beneficios de la siesta continuaron al menos durante las dos horas siguientes. En cambio, los que durmieron 20 y 30 minutos estuvieron aturdidos durante al menos media hora al despertarse.

Ya sea que decida dormir la siesta en su escritorio, en una sala de conferencias, en un auto estacionado o acostado en un sofá, la clave es sentarse ligeramente erguido. Así podrás evitar el sueño profundo y volver a la acción.

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