Un comerciante es aquel que realiza, de manera habitual o permanente, actividades mercantiles.
Un comerciante se dedica principalmente a comprar y vender productos en el mercado con el fin de obtener ganancias por esta intermediación. Para poder ser considerados como tales, los comerciantes deben cumplir con una serie de requisitos que específica la ley, entre los que se enceuntran: el registrarse, llevar contabilidad y cumplir con las normas de libre competencia, entre otras obligaciones.
Cómo obtiene ganancias un comerciante
Los comerciantes obtienen una ganancia de sus actividades a través de cobrar un margen por intermediación. Esto es, agregar un monto adicional al costo de los productos o servicios que vende. Para lograrlo, los comerciantes usualmente compran al por mayor (grandes volúmenes) por lo que obtienen un precio reducido y luego, venden cada unidad a un precio mayor de lo que les costó.
Importancia de los comerciantes
Los comerciantes tienen un rol muy importante en la sociedad. Ellos facilitan el intercambio de bienes y servicios lo que incrementa el bienestar de las personas y fomenta el crecimiento del país.
Entre sus actividades más relevantes se encuentran:
- Acercar a productores y compradores.
- Dar a conocer las características de los productos o servicios.
- Ampliar la variedad de productos y servicios disponibles para los consumidores, lo que incluye importar y exportar bienes desde distintos países.
- Servir de canal de comunicaciones entre productores y consumidores.
- Facilitar los servicios post venta como: reclamos, reparos de averías, garantías, etc.
Requisitos para ser considerado comerciante
En el caso de España, la actividad de comerciante está abierta para todo aquel que desee llevarla a cabo siempre y cuando se cumplan con algunos requisitos básicos.
A continuación, describimos algunos de los requisitos esenciales que especifica el Código del Comercio:
- Realizar la actividad comercial de manera habitual.
- Inscripción en el Registro Mercantil.
- Llevar contabilidad en donde se registren de manera ordenada sus actividades y sea posible hacer un seguimiento.
- Conservar libros de contabilidad, correspondencia, justificantes y cualquier otra documentación durante un período de seis años.
- Legalizar los libros de contabilidad ante el Registro Mercantil.
- Solicitar el alta en el Censo de Obligados Tributarios dependiente del Ministerio de Economía y Hacienda
- Obtener el Número de Identificación Fiscal (NIF).
- Al cierre del ejercicio fiscal, publicar un balance de situación, una cuenta de resultados (de pérdidas y ganancias), un estado que refleje los cambios en el patrimonio neto del ejercicio, un estado de flujos de efectivo y una memoria de la firma.
- Someterse a auditoría según estipule la ley.