Uso en filosofía: hechos que no son verdaderos ni falsos
A instancias de la Filosofía y de la Lógica una contingencia refiere al estado de aquellos hechos que siempre desde un punto de vista lógico no resultan ni verdaderos ni falsos.
La contingencia expresa lo contrario a la necesidad, en tanto, por necesidad se entiende a aquello que genera que las cosas sucedan infaliblemente de una cierta manera y no de otra.
Por ejemplo, un suceso contingente es lo que podría no haber tenido lugar y por el contrario un hecho necesario no podría no haber sucedido tal como sucedió.
Con bastante frecuencia se habla indistintamente de posibilidad y de contingencia, sin embargo, esta última se diferencia de la primera en que la posibilidad siempre incluye apreciaciones y afirmaciones que resultan necesariamente verdaderas como así también algunas no necesariamente falsas.
En este mismo contexto se habla de ser contingente cuando un ser no es por sí mismo sino a través de otro, entonces, puede ser o no ser al mismo tiempo.
Posibilidad que algo suceda o un evento imprevisto
Otro uso del término es para dar cuenta de la posibilidad o riesgo que una situación se produzca; que el nacimiento de nuestro primer hijo se anticipe es una contingencia que entra en nuestros planes.
O sea, contingencia puede ser todo aquello que es probable que suceda aunque no se tenga una absoluta certeza al respecto, así es que se trata de algo posible que puede suceder o no.
También, una contingencia es aquel hecho o problema que se plantea ante nosotros de una manera totalmente imprevista. Tras los fuertes movimientos sísmicos hay que estar preparados para cualquier tipo de contingencia que pueda sucederse.
Lo contingente es todo aquello que bien puede ser o bien puede no ser, es decir, no es ni seguro ni necesario que suceda o exista.
Plan de contingencia para prevenirlas
Asociado a este concepto aparece otro que ostenta un uso frecuente en nuestro idioma y es el de plan contingencia, que consiste en un plan que una autoridad competente o grupo especializado en alguna tarea desarrolla con la misión de prevenir alguna contingencia, es decir, la sucesión de un evento que es probable que suceda.
Pensemos en la pronosticación de un fuerte temporal de lluvias en una localidad que suele inundarse. Las autoridades competentes, deberán tener preparado un plan de contingencia que ejecutarán si es que finalmente el temporal pronosticado termina produciendo intensas lluvias e inundaciones.
Ahora bien, debemos decir que estos planes son el resultado de contingencias que finalmente sucedieron y que terminaron causando graves problemas por la falta de un plan adecuado para contrarrestar el evento.
El tema de las inundaciones, o de los terremotos, son de los más recurrentes que demandan la realización de un plan de este tipo. Si bien obviamente la lluvia no podrá evitarse lo que sí se podrá evitar son las consecuencias nefastas que muchas veces dejan estos estados climáticos, tales como casas inundadas, pérdidas de bienes materiales en cuantía y ni hablar de las víctimas humanas.
Lo primordial es contar con un buen sistema de alerta meteorológico que anticipe el temporal para que las autoridades correspondientes puedan sacar a la calle todos los elementos de prevención y además comunicarle a la ciudadanía como deben actuar ante la inminencia de tales eventos.
La cara opuesta a la contingencia resulta ser el concepto de seguridad. Cuando existe seguridad es porque está la certeza, la garantía, que algo se cumplirá o sucederá tal como se esperaba o planeaba.