Puede llegar a pesar 640 toneladas, tiene seis motores y mide 84 metros de largo, 18,1 de alto y 88,4 de envergadura. Son las intimidatorias cifras del avión más grande y pesado del mundo, el Antonov An-225, que acaba de sumar otro hito a su historial a causa del coronavirus: trasladar más de 100 toneladas de material sanitario, una cantidad récord, de China a Polonia. Aun así, tiene capacidad para más: puede transportar hasta 250 toneladas.
Su último gran viaje fue en 2016 a Australia. La empresa a la que pertenece, la ucraniana Antonov Airlines, firmó entonces un acuerdo con la Corporación Industrial Aeroespacial de China para transformarlo en una plataforma comercial de lanzamiento de satélites. Sin embargo, en los últimos meses permanecía en los talleres del aeropuerto de Kiev, donde está basado.
Un avión de Récord Guinness
De ahí salió hace unos días rumbo a Varsovia para luego emprender el vuelo hacia China, donde cargó de vuelta más de 100 toneladas de medicamentos, pruebas de laboratorio, mascarillas y demás utensilios de protección médica frente al Covid-19. No era la primera vez que el An-225, apodado Mriya («sueño» en ucraniano) actuaba en situaciones de emergencia. Ya lo hizo durante el terremoto que asoló Haití en 2010, así como durante el tsunami de Japón de 2011.
Se trata de «una carga de tal volumen nunca transportada en una aeronave en la historia de la aviación hasta ahora», según explica Vitaliy Shost, subdirector senior de Antonov Airlines, en un comunicado. Continúa mostrándose orgulloso de «la posibilidad de participar en la lucha contra la pandemia», ya que los procedimientos de «los vuelos chárter en condiciones de cuarentena, incluidas las restricciones para el aterrizaje, requieren esfuerzos desinteresados de cada empleado de las aerolíneas».
Una reliquia soviética
Estos fueron solo algunas de las proezas de este pájaro gigante, todo un icono en el mundo de la aviación. No en vano, aparece en el Libro Guinness de los Récords por batir nada menos que 240 marcas. Entre ellas, la del mayor transporte de carga aérea, con 189.980 kilos en un único vuelo. Otro récord: el tiempo que debe esperar un avión para despegar tras él, 15 minutos, debido a la turbulenta estela que deja.
Su historia empezó en 1988 en Ucrania, todavía bajo el paraguas de la URSS, cuando se construyó para liderar la lucha por la carrera especial por parte de los soviéticos frente a Estados Unidos. En este contexto nacía el avión de carga más grande del mundo, el An-225, cuyo objetivo era transportar la nave espacial Buran.
La responsable de su desarrollo fue la ya citada Antonov, una empresa fabricante de aeronaves y proveedora de servicios aeronáuticos fundada en 1946 en la Unión Soviética. La caída del muro de Berlín, sin embargo, hizo que la finalidad para la que fue creado este monstruo de los cielos perdiera fuelle poco a poco. Hasta que el Covid-19 hizo que reapareciera.
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