Lo que las amistades duraderas me han enseñado a lo largo de los años
Las amistades profundas son las más especiales.
Hay algo que decir sobre los amigos que han estado ahí a través de las diferentes etapas de tu vida. Son los que pueden leer tu mente, conocer tus preferencias y servir de confidentes por excelencia.
Mi amiga más antigua, Catherine, ha formado parte de mi vida durante los últimos diecisiete años. Para ponerlo en perspectiva, son tres cuartas partes de mi vida las que ha pasado a mi lado.
Cada día me siento agradecido por su apoyo inquebrantable y por el hecho de que nuestra amistad haya resistido la prueba del tiempo.
Estas son algunas de las razones por las que la amistad duradera es, en mi opinión, única, y una oda a los que han estado ahí desde el principio.
Ya sean gafas de pasta o cortes de pelo desastrosos, los amigos de toda la vida han sido testigos de todo. Sin embargo, por alguna razón milagrosa, siguen estando a tu lado. Bajo la superficie, a ninguno de los dos le importan las apariencias externas o las fases fugaces.
Estos son los amigos que te conocen mejor de lo que te conoces a ti mismo, como tu sabor de helado favorito o esa canción de la radio que te hace llorar. Son los que se ríen a tu lado con chistes sin sentido o comparten tu dolor después de que te hayan roto el corazón. Al fin y al cabo, puede que te hayan visto en tu peor momento, pero seguro que saben cómo sacar lo mejor de ti.
Pueden capear juntos la categoría 5
Hay amigos que se quedan durante los metafóricos días «soleados». Se divierten en la arena, se broncean en tu tumbona y chapotean en la piscina. En otras palabras: tus amigos de buen tiempo. Pero una vez que se acerca una nube de tormenta, no se quedarán por mucho tiempo.
Desgraciadamente, la vida no es todo arco iris y sol. Necesitas personas que puedan resistir las tormentas contigo: la serie de acontecimientos difíciles por los que pasarás. Los amigos profundos son los que están a tu lado cuando las cosas se ponen difíciles.
El tiempo y la distancia no tienen nada que ver con vosotros
No importa lo lejos que viváis el uno del otro, ni el tiempo que haya pasado. Cuando mantienes una profunda amistad, nada parece haber cambiado, aunque no te des el lujo de verte todos los días. En las ocasiones especiales en las que podéis pasar tiempo juntos, seguís exactamente donde lo dejasteis.
Mi mejor amiga está actualmente siguiendo el trabajo de sus sueños en Florida, mientras yo sigo el mío en Nueva York. Aunque es duro vernos con menos frecuencia, ambas sabemos que la otra está haciendo lo que le gusta en un lugar que la inspira. La belleza de la amistad profunda es que se puede crecer por separado sin crecer por separado.