Jared Smith deja la presidencia mundial de Ticketmaster a finales de año, un movimiento que debería permitir que el próximo equipo de liderazgo de la compañía dé forma a cómo el gigante de los deportes y el entretenimiento emerge de la pandemia de COVID-19.
Smith, de 42 años, ha estado en la empresa durante más de 17 años, ayudando a consolidar su posición como fuerza dominante en la venta de entradas. Él y el director general de Live Nation Entertainment, Michael Rapino, han mantenido conversaciones continuas durante los últimos años sobre un plan de sucesión, y Smith dijo que el COVID-19, que perturbó los eventos en vivo en todo el mundo, proporcionó la oportunidad adecuada para hacer ese movimiento.
«La compañía merece tener a la persona que va a estar aquí a largo plazo tomando las decisiones difíciles en este momento de cómo debe ser», dijo Smith en una entrevista.
El plan de sucesión ya está en marcha. En agosto, Ticketmaster ascendió a Smith de presidente a presidente mundial y nombró a Mark Yovich, que dirigía su negocio internacional, nuevo presidente mundial. Amy Howe, que era presidenta de Norteamérica, es la nueva directora de operaciones, como parte de un esfuerzo creciente por unificar las divisiones norteamericana e internacional de Live Nation. Smith permanecerá hasta finales de año para ayudar en la transición.
Live Nation Entertainment, resultado de la fusión en 2010 entre Ticketmaster y Live Nation, realiza una serie de funciones en los ámbitos del deporte, el entretenimiento, la representación y la venta de entradas. La empresa proporciona software para locales y franquicias de todo el mundo, aloja mercados de entradas primarios y secundarios, posee y opera locales, y promueve giras. Ticketmaster vende más de 500 millones de entradas en un año normal, más que cualquier otra plataforma.
Smith empezó en Ticketmaster en 2003 con un trabajo de ventas de nivel básico en Birmingham, Alabama, y acabó ascendiendo hasta el puesto más alto de la empresa. Se convirtió en director de operaciones en 2010, tras la fusión con Live Nation, y fue nombrado presidente de su importante negocio en Norteamérica tres años después. Actualmente también es vicepresidente ejecutivo de Live Nation.
Los ingresos anuales de Live Nation casi se duplicaron hasta alcanzar los 11.540 millones de dólares en los seis años posteriores a que Smith asumiera la dirección de Ticketmaster en Norteamérica. En ese periodo de crecimiento, durante el cual acabó siendo nombrado presidente mundial, trabajó para diversificar el negocio de Ticketmaster: los ingresos procedentes de fuentes distintas a las tarifas primarias de venta de entradas crecieron hasta el 30% desde el 15% bajo su dirección.
Las cosas cambiaron drásticamente en marzo con la pandemia de COVID-19. La empresa, que estaba preparada para lo que Smith denominó un «año monstruoso», tuvo que detener casi todo su negocio, y luego ponerlo en marcha a medida que los actos se cancelaban, las giras se posponían y las temporadas deportivas se interrumpían. En medio de la reducción de tamaño del negocio de Live Nation, que incluyó múltiples rondas de despidos, Rapino y Smith empezaron a discutir el plan de liderazgo a largo plazo de la empresa.
«Fue un ida y vuelta muy saludable», dijo Smith. «Decidimos que éste podría ser el momento adecuado para poner en marcha ese plan de sucesión y dejar que esos chicos decidan cómo quieren dirigir la empresa en el futuro».
Aunque el entretenimiento en vivo es una de las industrias más afectadas por la pandemia, hay razones para el optimismo en Live Nation. La gran mayoría de los espectáculos que no se han celebrado este año se han pospuesto en lugar de cancelarse, y la empresa dijo en agosto que el 86% de los fans han optado por conservar las entradas para los espectáculos reprogramados, en lugar de solicitar reembolsos.
Smith dijo que aún no ha pensado en el futuro. Una ventaja, dijo, es que la naturaleza diversa del negocio de Ticketmaster -como empresa de deportes y entretenimiento, proveedor de software y mercado- probablemente amplía sus opciones.
«Debo toda mi carrera a los deportes y el entretenimiento», dijo. «Me encanta el negocio, la gente, la relación dinámica entre el consumidor y el producto. Al evaluar las oportunidades, ya sea dentro o fuera de la industria de los eventos en vivo, lo más importante para mí es encontrar una oportunidad con gran potencial de crecimiento que aproveche mi experiencia en la creación de productos innovadores, equipos de alto rendimiento y el funcionamiento a escala real».