Este es Kim Ung Yong nacido el 8 de marzo de 1962, un profesor surcoreano y antiguo niño prodigio que ostentó el récord mundial Guinness de mayor coeficiente intelectual jamás alcanzado con una puntuación de 210. Tenía cuatro años cuando se sometió a la prueba.
Cuando tenía un año, Kim había aprendido el alfabeto coreano y 1.000 caracteres chinos estudiando el Clásico de los Mil Caracteres, un poema chino del siglo VI. A los tres años, era capaz de resolver problemas de cálculo, y también publicó un libro muy vendido con sus ensayos en inglés y alemán, así como su caligrafía e ilustraciones. A los cinco años, Kim podía hablar coreano, inglés, francés, alemán y japonés.
Después de graduarse con un máster, se fue a trabajar a la NASA, donde trabajó durante diez años. En 2010, Kim dijo de sus años en la NASA: «En aquella época, llevaba mi vida como una máquina: me despertaba, resolvía la ecuación diaria asignada, comía, dormía y demás. Realmente no sabía lo que estaba haciendo, y me sentía solo y sin amigos». Algunos trabajos pueden hacerte esto, especialmente siendo un genio.
Después de dejar la NASA EN 2010, la gente empezó a escribir sobre él como un genio fracasado. Tenían la esperanza de que con su inteligencia, probablemente habría cambiado el mundo o al menos, inventado algo.🙄
Kim criticó la idea de que es un «genio fracasado» y adicionalmente dijo: «Algunos piensan que las personas con un alto coeficiente intelectual pueden ser omnipotentes, pero eso no es cierto. Mírenme, no tengo talento musical, ni destaco en los deportes. La sociedad no debería juzgar a nadie con estándares unilaterales: todo el mundo tiene diferentes niveles de aprendizaje, esperanzas, talentos y sueños, y deberíamos respetarlo» 👏🙌
El 14 de marzo de 2014 se convirtió en profesor asociado en la Universidad de Shinhan, en Corea del Sur. Al parecer, esto le dio más plenitud que estar sujeto al rescate de expectativas indebidas.
No dejes que la sociedad te dicte la mejor manera de vivir tu vida. Como una pila desproporcionada de bloques, puedes desmoronarte.