Ford introdujo una actualización vital para el Mustang en 1968.
Fue el año en el que el fabricante de automóviles se quitó los guantes y empezó a golpear a los otros productores de muscle-cars.
En 1967, la era de los muscle-cars estaba en su apogeo, y coches como el Pontiac GTO o el Dodge Charger empezaron a llamar la atención en las pistas de aceleración. Ford estaba perdiendo en su juego, y seguramente no quería eso. Pero el fabricante de automóviles tenía algunos ases en la manga y presentó una versión actualizada para los modelos de 1967 y 1968. Eso incluía motores más grandes, algunas modificaciones exteriores y mejoras interiores. También fue el coche que protagonizó la famosa persecución de Bullit contra un Dodge Charger.
En el exterior, el fabricante de automóviles instaló escudos laterales y adornos laterales cromados. En la parte delantera, la famosa insignia del Mustang no se apoyaba en listones horizontales. Estaba simplemente atornillada a la parrilla. En la parte trasera, había luces traseras cóncavas que daban al coche un aspecto más deportivo que la versión original.
En el interior, el fabricante tuvo que hacer algunas modificaciones de acuerdo con las nuevas normas de seguridad, incluidos los cinturones de seguridad. Había un nuevo volante de dos radios con una columna de dirección de absorción de energía. Junto con estas mejoras, Ford empezó a ofrecer nuevos colores para la tapicería del interior.
Debajo del capó, Ford fue hasta el final e instaló un motor V8 de bloque grande, que daba más de 400 CV a la versión superior. En un coche de ese peso, y con una suspensión mejorada, el Mustang recuperó su lugar en los circuitos.