¿Podría el gato montés, el felino más común de Norteamérica, convertirse en la próxima gran plaga urbana del país? Con la capacidad de adaptarse a nuevos entornos, los gatos monteses pueden prosperar en casi cualquier lugar, tal vez incluso en su propio patio trasero.
Según un informe de Associated Press, estos gatos monteses han sido vistos haciendo sus hogares en áreas suburbanas, pequeñas ciudades, pantanos y campos de maíz. Aparentemente menos esquivos con los humanos, los gatos monteses parecen entender que no hay escasez de comida en las ciudades. Su creciente población es ahora el triple de la que había en la década de 1980; se calcula que hay 3,6 millones en todo el país, según un estudio publicado en el Journal of Fish and Wildlife Management.
Los gatos monteses han sido objeto de investigación por parte del ecologista de la fauna salvaje, John Litvaitis, durante casi 40 años. Litvaitis creó un sitio web dedicado al resurgimiento del gato montés, concretamente en New Hampshire. El sitio web presenta cientos de fotografías de aficionados en las que se ve a estos astutos felinos despatarrados en el césped, acechando a pequeños animales como las ardillas y buscando su próxima comida.
«Las quejas sobre gatos monteses que se aprovechan de las gallinas domésticas han aumentado, las solicitudes del público para atrapar y reubicar a los gatos monteses han aumentado y los casos de gatos monteses muertos en la carretera se han vuelto comunes en todo el estado», dijo Patrick Tate, un biólogo de vida silvestre con el Departamento de Pesca y Caza de New Hampshire en el informe de AP.
Tate añadió: «Mucha gente disfruta viéndolos, pero para otros son una molestia»
Con ello, surge el mayor conflicto: ¿es su aumento de población un éxito que hay que celebrar o una amenaza a la que hay que hacer frente?
Aunque sus apariciones han sido escasas, hubo un ataque de gato montés a un excursionista de Blue Ridge en Humpback Rock, en Virginia, justo el pasado julio. Según un artículo del Richmond Times-Dispatch, el gato montés se abalanzó sobre un hombre de unos 30 años que pudo defenderse mientras su compañero de excursión rociaba al gato montés con su espray para osos, obligándole a huir.
Sin embargo, muy pocos de los gatos montés que vagan por la zona muestran intención de hacer daño a los humanos, como se puede ver en el siguiente vídeo que muestra a una familia de gatos montés en Plano, TX.