Ahora que el tiempo se calienta, hemos pensado en divulgar algunos de nuestros secretos sexuales más picantes del verano. Aquí están nuestros cinco juegos preliminares más divertidos y extraños con hielo, cada uno de los cuales hará que tu pareja se derrita.
Hielo &Lento
Dale a tu pareja dos cubos, uno en cada mano, y colócalos en tu ombligo. Haz que suban lentamente por tu vientre hasta tu cuello y luego dirígelos para que hagan amplias espirales circulares alrededor de tu pecho acercándose lentamente a tus pezones. Una vez que hayan terminado, el trago de agua que les ofrezcas desde tu ombligo será bien merecido.
El Resbalón &Caída
Frota lentamente el cubo hacia adelante y hacia atrás en la parte superior de su línea de ropa interior para que apenas puedan sentir el frío. Mueve lentamente el cubo hacia arriba mientras lo mueves de un lado a otro. Después de frotar el cubo de cadera a cadera durante unos minutos, desliza «accidentalmente» el hielo en su ropa interior, diciéndole que debes ir a buscarlo.
El rompehielos
Mientras realizas sexo oral, detente y desliza el cubo de hielo en tu boca durante unos segundos. Luego pasa el cubito de tu boca a la de ellos diciendo: «Sostén esto por mí un segundo». Continúa bajando sobre ellos. El sensacional cambio de temperatura y humedad dejará a tu pareja curvando los dedos de los pies y crujiendo sobre el hielo.
El Polo Norte
Este es un movimiento para usar en una pareja con pene. Empuja su pene hacia su estómago y mantenlo ahí mientras colocas el hielo bajo el escroto. Con movimientos circulares, mueve lentamente el hielo hacia arriba y alrededor del escroto hacia la base del pene. Una vez en la base, frota el hielo hacia arriba y hacia abajo como si lo estuvieras pintando.
Derrítelo en la boca
Lleva un cubito de hielo medio derretido a la boca de tu pareja y empieza a besarla, pasándole el hielo de un lado a otro. Vuestras lenguas calientes derretirán el hielo poco a poco, sirviendo como una especie de reloj de arena. Una vez que el hielo se haya derretido, es hora de pasar las lenguas frías a otra parte.
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