Sin duda, uno de los signos del paso del tiempo que más nos preocupa a todos es la flacidez facial. Este problema estético, que afecta tanto al rostro como al cuerpo, consiste en la pérdida de firmeza de la piel causada por la disminución de las fibras de elastina y colágeno que proporcionan elasticidad y resistencia en los tejidos. Con los años, inevitablemente la producción de estas proteínas se reduce, pero además existen otros factores que precipitan la temida flacidez como el fotoenvejecimiento, el tabaquismo, la predisposición genética, las pérdidas de peso aceleradas o una vida sedentaria. Y como todos queremos corregir la flacidez, durante los últimos años los tratamientos médico-estéticos más demandados han sido aquellos destinados a conseguir un rostro bien definido y difuminar, en la medida de lo posible, los efectos de la edad.
Las opciones para combatir este problema son muchas y cada día surgen nuevos tratamientos, pero ¿realmente es posible conseguir un efecto lifting sin pasar por el quirófano? La respuesta es sí, gracias a la revolucionaria técnica médico estética de los hilos tensores faciales o «hilos mágicos» podemos luchar contra la flacidez y reafirmar la piel estimulando los tejidos internos sin dolor ni cirugía.
Para nosotros son todo ventajas, pero dicho esto, hemos decidido consultar con nuestra experta en medicina estética de Clínica ITYOS, la doctora Inmaculada Ortiz, para despejar tus dudas y contarte todo lo que debes saber antes de someterte al tratamiento.
¿Qué son los hilos tensores faciales y qué puedo esperar después del tratamiento? ¿Son seguros? ¿Son mágicos?
Aunque puede parecer un tratamiento novedoso hace muchos años ya se utilizaban hilos de oro para tensar la piel, sin embargo, la técnica actual no tiene nada que ver con los antiguos hilos que podían provocar problemas de rechazo. «Los hilos tensores faciales están hechos de un material reabsorbible y biocompatible que se llama polidioxanona (PDO), es un tipo de sutura que se utiliza desde hace años, en cirugía cardiaca, por lo que está más que probada su seguridad. Nuestro cuerpo los reabsorbe entre 6 y 12 meses dependiendo de su grosor», afirma la Dra. Ortiz.
Tal y como nos explica la doctora, el tratamiento consiste en la colocación de estos hilos dentro de la piel mediante una aguja muy fina y formando una especie de malla, situando algunos hilos en una dirección y otros cruzados en sentido contrario. Al no necesitar anclaje su colocación es muy rápida. Se los conoce como hilos mágicos por su doble efecto, tensan y redensifican la piel gracias a la estimulación de la producción de colágeno.
«Estos hilos han ido evolucionando hasta aparecer los hilos espiculados. La ventaja de estos es que además de la estimulación del colágeno nos permiten tensar y recolocar los tejidos. Los hilos espiculados van montados dentro de una cánula, que es una aguja que no tiene punta, lo que hace que su colocación sea muy poco traumática, disminuyendo mucho el riesgo de aparición de hematomas. Una vez colocado se retira la cánula y se masajea para que las espículas se enganchen en la piel, tiramos del hilo hasta reposicionar los tejidos y se corta el sobrante», aclara la doctora Inmaculada Ortiz.
Los resultados son progresivos y logran un efecto lifting muy natural, no cambia la expresión de la cara tras el tratamiento y mejora la calidad de la piel. La doctora precisa que «aunque el efecto tensor es visible desde el primer momento, la mejoría aumenta en los primeros meses cuando además del efecto mecánico se suma la estimulación de colágeno».
Además, la doctora Ortiz nos recomienda colocar los hilos tensores faciales no espiculados inyectando plasma rico en plaquetas por la misma aguja con la que se introduce el hilo para potenciar el efecto de formación de colágeno y combinarlo con suplementos que promuevan su formación, como la vitamina C, para intensificar los resultados.
Solicita cita de prueba SIN COMPROMISO
¿Cuántos hilos se utilizan de promedio en un lifting facial?
En ITYOS, antes de llevar a cabo cualquier procedimiento es necesario que nuestros médicos estéticos realicen una valoración profesional y diseñen el tratamiento específicamente para cada paciente. Estudian el problema que se quiere tratar y el estado de la piel (fisonomía, edad, grado de flacidez), y evalúan el número de hilos faciales necesarios en una primera consulta. Generalmente, los hilos tensores están indicados para personas a partir de los 35 años que quieren mejorar y prevenir la flacidez y no se recomiendan en pieles muy envejecidas.
Tiempo de recuperación y recomendaciones después de aplicarse hilos tensores
Según la Dra. Ortiz los principales efectos secundarios son dolor pasajero y edema que remite en pocos días pero también pueden aparecer hematomas si se rompe algún capilar. Aunque el efecto se mantiene aproximadamente un año, después de aplicar los hilos tensores nos aconseja completar el tratamiento con otros como la mesoterapia con plasma rico en plaquetas o los rellenos con ácido hialurónico. Si te has decidido y quieres una piel más joven con un efecto lifting natural sin cirugía pide cita con nuestros profesionales llamando al 912 906 912 o escribiendo un mail a [email protected]