Cuando sabes que puedes confiar totalmente en tu pareja, se elimina un gran potencial de preocupación. También construye tu seguridad interna, de modo que no sólo te sientes bien con tu pareja, sino que también te sientes mejor con la vida. Tener una relación honesta crea una especie de amortiguador entre tú y las dificultades del mundo. Tener una pareja en la que se puede confiar y en la que se puede confiar también hace que sea más fácil asumir esos riesgos que nos ayudan a crecer.
Muchas personas creen que las pequeñas mentiras blancas, que pueden ahorrarle a su pareja algún disgusto, están bien, y en algunos casos eso es cierto. Pero no se puede tener una cultura de honestidad en la relación sólo algunas veces. Si tiendes a omitir o a colorear la verdad para que las cosas parezcan un poco mejor, esto podría dañar tu relación a un nivel básico. Tratar de «proteger» a tu pareja o simplemente intentar evitar quedar mal puede crear más problemas de los que merece la pena. Lo mejor es ser sincero en todas tus relaciones.
Cuando se les pregunta qué cualidades quieren en una pareja, la mayoría de las personas enumeran la «honestidad» entre ellas. Desgraciadamente, la mayoría de nosotros hemos tenido la experiencia de que nos mientan. Cuando tienes una relación y una familia, necesitas saber que todos están en la misma página, y esto es difícil de hacer a menos que ambos sean honestos.
Lo que la honestidad te da es una gran comodidad. Saber que puedes confiar implícitamente en tu pareja te permite ser tu mejor yo, y tu relación seguirá prosperando porque sois capaces de daros mutuamente la energía positiva que necesitáis para navegar por los altibajos de la vida.
La honestidad tampoco consiste sólo en decir la verdad. También se trata de decir la verdad de forma que tu pareja la escuche y se beneficie de ella. Todos queremos oír lo buenos que somos, por supuesto, pero también podemos beneficiarnos de hacer algunos pequeños ajustes en nuestra forma de hacer las cosas. Aquí es donde un poco de honestidad por parte de alguien a quien quieres y en quien confías te ayudará a hacer los pequeños cambios que pueden hacer de tu mundo un lugar mejor.
En este caso, la honestidad tiene que ser tierna. Si tiene que decir algo a su ser querido que puede ser inquietante, hágalo con la mayor suavidad posible. La «honestidad brutal» ha tenido mucha prensa últimamente, pero he visto que hace más daño que bien. Tienes que presentar tus problemas con cierto grado de amabilidad. Si no, tu mensaje puede quedar enterrado bajo una avalancha de sentimientos heridos. Ambos serán mucho más capaces de comunicarse si sus corazones no están heridos en el proceso.
La honestidad es una forma de vida, no sólo un comportamiento. Mantenerla como algo primordial en su relación traerá más cosas buenas y mantendrá a raya las malas. Saber que podéis confiar totalmente el uno en el otro aporta un tipo de libertad y comodidad que ayuda a que vuestra relación funcione de la mejor manera posible.