El post de hoy busca inspirar a los profesionales del marketing digital y otros profesionales de la experiencia del cliente (CX). Lenn Millbower, un orador profesional con 25 años de experiencia dentro de Disney, comparte aquí parte de su perspectiva de primera mano.
Walt Disney es recordado por sus muchos éxitos -para Mickey Mouse, para el Pato Donald, para Disneylandia.
Pero también vio su cuota de duros fracasos, incluyendo una bancarrota, una crisis mental, una huelga devastadora y la pérdida de control sobre su creación Oswald el Conejo Afortunado. Hablaba con franqueza de estos fracasos. Una vez dijo: «Puede que no te des cuenta cuando ocurre, pero una patada en los dientes puede ser lo mejor del mundo para ti».
Ventajas del fracaso
En otras palabras, el fracaso tiene ventajas. Como dijo el propio Walt: «Es bueno tener un fracaso mientras eres joven porque te enseña mucho. Por un lado, te hace consciente de que algo así le puede pasar a cualquiera, y una vez que has vivido lo peor, nunca eres tan vulnerable después».
Walt también explicó su fórmula para superar el fracaso. «Para algunas personas, soy una especie de Merlín que se arriesga mucho, pero que rara vez comete errores. He cometido algunos malos, pero afortunadamente, los éxitos han llegado lo suficientemente rápido como para tapar los errores. Cuando vas a batear tantas veces como yo, es normal que saques una buena media. Por eso mantengo mis proyectos diversificados»
Tenacidad
Los comentarios de Walt nos muestran una salida al fracaso: la prueba y el error. Las innovaciones pueden producirse en cualquier lugar de trabajo, si se tiene la tenacidad de seguir intentándolo. Incluso el gran Disney tuvo que pedir prestado a los prestamistas cuando se le acabó la financiación para Blancanieves y los siete enanos.
El éxito se construye a menudo sobre el fracaso. Steve Jobs lo sabía. También lo sabía J.K. Rowling. Y Walt Disney. Qué fracasos te han inspirado?