«La televisión y los medios de comunicación pensaron que era la cosa más tonta que habían visto nunca», dijo Kathy Casey, una entrenadora estadounidense desde hace mucho tiempo.
Sin figuras obligatorias, el patinaje se convirtió en algo más parecido a la gimnasia. Los saltos adquirieron una nueva urgencia. Los patinadores más jóvenes podían destacar. La clave del salto es saltar alto y girar con rapidez y firmeza a través de dos, tres o cuatro revoluciones antes de volver al hielo. Los patinadores asiáticos son a menudo pequeños y de constitución ligera, lo que puede ser una ventaja a la hora de saltar.
«Tienen cuerpos rápidos y ligeros; son capaces de hacer cosas muy rápidas», dijo Frank Carroll, que entrenó a Kwan y ahora entrena a Nagasu. «Es como los buzos chinos. Si miras esos cuerpos, no hay nada ahí. Son como ninfas».
Los patinadores asiáticos también suelen seguir una dieta de arroz y verduras y pescado, evitando grandes cantidades de carne y grasa, dijo Carroll. Esto puede hacerles menos vulnerables al aumento de peso en un deporte en el que dos kilos pueden marcar la diferencia entre un saltador ganador y uno con problemas.
Otros factores culturales también entran en juego, según los entrenadores. La disciplina en casa a menudo se traslada a la disciplina en la pista, dijo Carroll. Audrey Weisiger, una destacada entrenadora chino-estadounidense, dijo: «Muchas familias asiáticas manejan mucho a sus hijos, y no me refiero al coche. No se les permite ser marginales».
La madre de Nagasu se sienta en los entrenamientos y hace señales con la mano a su hija, informó The Chicago Tribune. El viernes, Nagasu dijo que su madre había utilizado a veces el castigo corporal, abofeteándola cuando era más joven.