Debido a sus beneficios inherentes, recomendamos la incorporación de plantas nativas en su diseño de paisaje.
Algunos de los beneficios de las plantas autóctonas son los siguientes:
Adaptabilidad – Las plantas autóctonas han prosperado en la región del Medio Oeste durante miles de años, por lo que están acostumbradas a crecer y sobrevivir incluso en condiciones climáticas extremas. Por ejemplo, toleran tanto las inundaciones primaverales como las sequías estivales.
Mantenimiento reducido – Las plantas autóctonas no necesitan agua suplementaria, fertilizantes, tratamientos con pesticidas ni cuidados excesivos. En general, las plantas autóctonas sólo requieren una atención mínima.
Resistencia a la sequía – Debido a sus largas raíces, que a veces se extienden más de 15 pies, las plantas autóctonas recogen y almacenan el agua de lluvia mucho mejor que las plantas no autóctonas o las especies de césped. Esta característica también ayuda a controlar la escorrentía y la erosión.
Belleza – Las plantas autóctonas proporcionan un interesante telón de fondo a su paisaje y le dan atractivo estético. Las plantas autóctonas crean un hermoso paisaje gracias a su variedad de tamaños, alturas, texturas y colores estacionales.
Eficiencia en tiempo y costes – El paisajismo autóctono es más eficaz en tiempo y costes que el tradicional no autóctono, ya que requiere mucho menos mantenimiento, siega, riego, deshierbe y sustitución, especialmente si se considera a lo largo de varios años.
Biodiversidad – Las numerosas especies diferentes de plantas autóctonas, cada una de las cuales florece en distintos periodos durante la temporada de crecimiento, crean una serie de fuentes de alimento y hábitats para la fauna. Esto anima a diferentes especies de pájaros e insectos a refugiarse en el follaje y hacer de su paisaje su hogar.
Control de la contaminación – Las plantas autóctonas necesitan carbono para crecer; por lo tanto, eliminan una cantidad significativa de contaminación del aire. Asimismo, como no es necesario segar o recortar las plantas autóctonas, no se genera contaminación con los cortacéspedes de gas y otros equipos de cuidado del césped.