Eso no satisface a los grupos religiosos que se oponen a los dominios punto-xxx, pues temen que hagan que la pornografía sea aún más frecuente en Internet. Y la Sra. Duke dijo que «no hay apoyo de nuestra comunidad» para el plan.
Los miembros de su organización, que incluyen grandes nombres de la industria como Hustler y Adam &Eve, estaban preocupados de que la junta que supervisa el dominio punto-xxx podría participar en la censura y que toda la industria podría ser objeto de una mayor regulación. «Si a la junta no le gusta lo que crea un productor, existe la posibilidad de que lo censure», dijo Duke. «Esto convertirá a nuestra industria en un gueto y nos convertirá en un objetivo de regulación».
La Sra. Duke dijo que la mayoría de sus miembros planeaban seguir operando desde sus dominios punto-com.
Pero el Sr. Lawley no está preocupado. El sexo online es un gran negocio, y espera que su empresa se beneficie. Cada registro de dominio costará 60 dólares al año, y 10 dólares se destinarán a una organización sin ánimo de lucro que promueve «prácticas comerciales responsables» para el sector.
El Sr. Lawley dijo que se habían prerregistrado más de 100.000 dominios. Dijo que esperaba que cuando se abrieran los dominios punto-xxx, dentro de nueve a doce meses, se registrarían unos 500.000 dominios, o aproximadamente el 10 por ciento de los cinco a seis millones de sitios web para adultos.
Pero la Sra. Duke dijo que es probable que muchos de ellos sean registros «defensivos», de empresas que quieren evitar que sus nombres sean secuestrados. El Sr. Lawley dijo que las empresas podían asegurarse de que sus nombres no fueran utilizados indebidamente en el mundo punto-xxx pagando una tasa única, que se fijaría entre 50 y 250 dólares.