Participación en estudios de investigación sanitaria

El desarrollo de nuevos tratamientos médicos y curas no se produciría sin la investigación sanitaria y el papel activo de los voluntarios de investigación. Detrás de cada descubrimiento de un nuevo medicamento y tratamiento hay miles de personas que participaron en la investigación sanitaria. Gracias a los avances en la atención médica y la salud pública, ahora vivimos una media de 10 años más que en la década de 1960 y 20 años más que en la década de 1930. Sin la investigación, muchas enfermedades que ahora pueden tratarse dejarían a las personas lisiadas o provocarían una muerte prematura. Los nuevos medicamentos, las nuevas formas de tratar enfermedades antiguas y nuevas, y las nuevas formas de prevenir enfermedades en personas con riesgo de desarrollarlas, sólo pueden ser el resultado de la investigación sanitaria.

Antes de que la investigación sanitaria formara parte de la atención sanitaria, los médicos elegían los tratamientos médicos basándose en sus mejores conjeturas, y a menudo se equivocaban. Ahora, la investigación sanitaria elimina las conjeturas. De hecho, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) exige que todos los nuevos medicamentos se sometan a pruebas completas antes de que los médicos puedan recetarlos. Muchas cosas que ahora damos por sentadas son el resultado de estudios médicos realizados en el pasado. Por ejemplo, las píldoras para la presión arterial, las vacunas para prevenir enfermedades infecciosas, la cirugía de trasplante y la quimioterapia son el resultado de la investigación.

La investigación médica a menudo se parece mucho a la atención médica estándar, pero tiene un objetivo distinto. La atención médica es la forma en que sus médicos tratan su enfermedad o lesión. Su único objetivo es que usted se sienta mejor y reciba beneficios directos. En cambio, los estudios de investigación médica se realizan para conocer y mejorar los tratamientos actuales. Todos nos beneficiamos de los nuevos conocimientos que se obtienen en forma de nuevos medicamentos, vacunas, dispositivos médicos (como los marcapasos) y cirugías. Sin embargo, es crucial saber que los voluntarios no siempre reciben ningún beneficio directo por participar en un estudio. No se sabe si el tratamiento o el fármaco que se estudia es mejor, igual o incluso peor que el que se utiliza ahora. Si esto se supiera, no habría necesidad de realizar ningún estudio médico.

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