Con el aumento de la obesidad y el estilo de vida sedentario, la hipertensión -o presión arterial alta- se ha convertido en un problema de salud cada vez mayor en Estados Unidos y en todo el mundo. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, aproximadamente uno de cada tres adultos estadounidenses -unos 68 millones de personas- tiene la presión arterial alta.
Si no se controla, puede provocar un ataque al corazón y un derrame cerebral. Puede ser peligrosa, en parte, porque casi no presenta síntomas. Se le llama el «asesino silencioso» porque muchas personas no son conscientes de que la tienen hasta que se encuentran en la sala de urgencias.
Por eso debe comprobar su presión arterial con regularidad, conocer sus cifras y, lo que es más importante, saber lo que significan esas cifras.
La presión arterial se mide con un manguito que se llena de aire, creando presión alrededor del brazo, y se libera lentamente. A medida que la presión cae, se mide la presión contra la pared arterial.
120/80 es normal y saludable
Las lecturas de la presión sanguínea se dan como dos números, como 120 sobre 80 y a menudo se escriben como 120/80. Esa lectura, de hecho, es normal y saludable. Cuando uno o ambos números son demasiado altos, se trata de una situación poco saludable.
El primer número, y el más grande, se llama presión arterial sistólica. Es una medida de la fuerza de la sangre en las venas cuando el corazón late. El segundo número, el más bajo, se llama presión arterial diastólica. Es una medida de la presión en las venas y arterias entre los latidos del corazón.
Si bien 120/80 y menos es saludable, ¿cuáles son los números más altos que deben ser motivo de preocupación? Si su lectura es de 135/86, significa que probablemente debería vigilar su presión arterial, comprobándola regularmente y realizando los cambios de estilo de vida adecuados para la salud del corazón.
Una lectura de 140/90 se consideraba antes normal. Hoy en día, los médicos lo consideran «normal alto» y un punto en el que debería hablar de su presión arterial con su médico. Una lectura por encima de ese nivel -145/93, por ejemplo- se considera hipertensión en fase uno y lo más probable es que requiera tratamiento.
Causa de preocupación
Si su presión arterial es habitualmente de 160/100 o más, se considera hipertensión moderada en fase dos, según la American Heart Association. Además de la medicación, el médico puede prescribir ejercicio y una dieta estricta. Una lectura de la tensión arterial de 180/110 o más entra en territorio peligroso. Se trata de una hipertensión grave en fase 3. Una lectura de 210/130 o más es realmente aterradora y puede ser una señal de que debe buscar ayuda médica inmediata.
Recuerde que una sola lectura alta no significa necesariamente que esté sufriendo hipertensión. El ejercicio, el estrés, la cafeína y el tabaco provocan lecturas más altas. Esperar hasta que esté tranquilo y relajado es la mejor manera de garantizar una lectura precisa.
Si se toma la tensión arterial y parece anormalmente alta, espere unos minutos y vuelva a tomarla. Los médicos suelen recomendar que se tomen dos o tres mediciones, con un minuto de diferencia, para ver si las lecturas son coherentes.
No confíe sólo en la medicación
Los médicos de la Clínica Mayo dicen que la hipertensión es una de las afecciones más tratables a las que se enfrenta la gente, pero los pacientes no deben confiar sólo en la medicación. En su lugar, sugieren cambios en el estilo de vida.
Mantener un peso saludable puede ser una medida útil, aunque no existe una relación directa entre la hipertensión y tener demasiados kilos.
El ejercicio cardiovascular es otra forma importante de reducir el riesgo de hipertensión. El ejercicio cardiovascular fortalecerá su corazón. Un corazón fuerte ejerce menos fuerza sobre las arterias.