En mujeresEditar
La prolactina aumenta la secreción de leche de la glándula mamaria. Entre sus efectos sobre las células de los alvéolos mamarios está un aumento de la síntesis de lactosa y una mayor producción de proteínas lácteas como la caseína y la lactoalbúmina. Si bien es cierto que la concentración de prolactina es elevada antes del parto, la secreción de leche solo tiene lugar después de este, dado que la elevada cantidad de estrógenos y progesterona en la mujer embarazada tiene un efecto inhibidor sobre la secreción láctea. Cuando los niveles de estas hormonas decaen después del embarazo, se produce la lactación.
La prolactina tiene también un efecto inhibitorio sobre la secreción de gonadotropinas, de manera que su hipersecreción puede provocar ausencia de la menstruación en la mujer.
En varonesEditar
En los varones el comportamiento de la prolactina puede afectar la función adrenal, el equilibrio electrolítico, desarrollo de senos, algunas veces galactorrea, decremento del libido e impotencia y afecta las funciones de la próstata, vesículas seminales y testículos. También, normalmente tras el coito con orgasmo, la prolactina sería una de las principales causales del período refractario (incluyendo muchas veces somnolencia).
Valores normalesEditar
- Hombres: 2-18 ng/mL
- Mujeres que no estén embarazadas: 2.3- 25 ng/mL
- Mujeres embarazadas: 80 – 400 ng/mL
Nota: ng/mL = nanogramos por mililitro.
Aparte del embarazo, la causa más común de unos elevados niveles de prolactína en la sangre, lo que se denomina hiperprolactinemia, es la presencia de un prolactínoma, un tumor productor de prolactina en la glándula hipófisis. Los prolactínomas son los tumores de la hipófisis más frecuentes y en general son benignos. Son más frecuentes en la mujer, pero también pueden aparecer en hombres. Los síntomas que producen, si los producen, están relacionados con el exceso de prolactina y por tanto, la producción de leche en la mujer no embarazada, lo que se denomina galactorréa.