Un hombre de 52 años con hipertensión fue ingresado con una historia de palpitaciones de inicio repentino, mareo y disnea. En la exploración estaba apirético, con una presión arterial de 113/52 mm Hg y un pulso de 110 latidos por minuto. Tenía soplos sistólicos suaves y diastólicos tempranos con una auscultación torácica normal; no había discrepancia hemodinámica entre los lados izquierdo y derecho ni estigmas de endocarditis. Su ECG mostraba ritmo sinusal con inversión de la onda T en V1-V3, y la radiografía de tórax era normal. El hemograma y las enzimas cardíacas eran normales, pero la bioquímica revelaba concentraciones elevadas de urea y creatinina (14,0 mmol/l y 378 mmol/l, respectivamente). Un día después se le realizó un ecocardiograma transtorácico que mostró un ventrículo derecho dilatado, un ventrículo izquierdo de tamaño normal con buena función sistólica y sin vegetaciones ni anomalías valvulares. Se observó un chorro de color anormal desde la aorta hacia el corazón derecho que sugería la rotura de un aneurisma del seno de Valsalva hacia la aurícula o el ventrículo derecho. El cateterismo cardíaco urgente reveló presiones cardíacas derechas elevadas y un aumento de la saturación de oxígeno a nivel de la aurícula derecha. La presión de la aorta ascendente era de 105/49 mm Hg y un aortograma confirmó una rotura del seno de Valsalva hacia la aurícula derecha (ver panel); la relación de derivación se calculó en 1,65:1. El paciente fue trasladado a la unidad de cuidados intensivos para recibir hemofiltración antes de ser transferido para la reparación urgente de la rotura del seno ese mismo día. Se recuperó bien y fue revisado en el departamento de pacientes externos y está evolucionando bien.
Una vista oblicua anterior derecha del aortograma que demuestra la ruptura del aneurisma del seno de Valsalva en la aurícula derecha. La imagen en movimiento de esta figura está disponible en el sitio web de Heart en http://www.heartjnl.com/supplemental/
El diagnóstico de rotura del aneurisma del seno de Valsalva debe sospecharse en los pacientes que presentan un compromiso hemodinámico agudo y soplos cardíacos; a estos pacientes se les debe realizar una ecocardiografía urgente. El diagnóstico definitivo suele requerir un cateterismo cardíaco y, a menos que se sospeche una endocarditis, debe realizarse una aortografía.