Objetivos: Explorar, en una perspectiva de edad, las técnicas sexuales de las mujeres a lo largo de su vida y el grado en que han conducido al orgasmo. Relacionar estas técnicas y las percepciones eróticas actuales con la función orgásmica en mujeres sexualmente activas durante los últimos 12 meses y describir el impacto relativo de la función/disfunción orgásmica en su bienestar sexual.
Métodos: Participó una muestra nacionalmente representativa de mujeres de 18 a 74 años (N = 1.335). Casi todas eran heterosexuales. La capacidad orgásmica actual se clasificó de forma amplia y subjetiva en: ninguna, leve o manifiesta disfunción. Se registraron las técnicas sexuales y las percepciones eróticas junto con el nivel de satisfacción sexual.
Resultados: Las diferencias generacionales caracterizaron la edad del primer orgasmo y del coito, los tipos y la amplitud del repertorio sexual, y también las percepciones eróticas actuales, mientras que la disfunción orgásmica y la angustia causada por ella fueron menos dependientes de la edad. Los probables protectores de una buena función orgásmica, principalmente contra la disfunción manifiesta, fueron: una edad relativamente temprana en el primer orgasmo, un repertorio relativamente mayor de técnicas utilizadas -en particular, haber sido acariciado manual u oralmente por la(s) pareja(s), la consecución del orgasmo mediante movimientos intravaginales del pene, la concesión de importancia a la sexualidad y la relativa facilidad para excitarse sexualmente. A su vez, entre otros aspectos de la función sexual femenina las mujeres que no tenían disfunción orgásmica o angustia eran particularmente propensas a estar satisfechas con su vida sexual.
Conclusión: Además de aportar datos sobre cuestiones que frecuentemente se dicen sensibles esta investigación muestra que la generación de las mujeres y con ella varios aspectos de largo alcance de la historia sexual de las mujeres y sus sentimientos de ser sexual son indicadores importantes de su bienestar orgásmico y por tanto de su bienestar sexual general. A la hora de establecer (en la práctica clínica) la estrategia de tratamiento para las mujeres con disfunción orgásmica se debe prestar la debida atención a estos factores.