Un corredor se concentra delante en una carrera, anticipando la meta. Un golfista se anticipa a dónde va la pelota. Las empresas tienen planes con los que funcionan para el futuro. ¿Pero qué pasa con los matrimonios? Al mirar hacia el futuro, ¿cómo vives ahora para asegurarte de que terminas con fuerza? ¿Qué significa tener una visión a largo plazo, «tener y retener hasta que la muerte nos separe»?
Esta tarde yo (Brad) fui a una residencia de ancianos a visitar a una mujer de nuestra iglesia. Me abrí paso a través del laberinto de pasillos con hombres y mujeres dispersos en sus sillas de ruedas o andadores. Algunos con la cabeza inclinada hacia abajo esperando el momento, otros alerta y esperando que alguien se dé cuenta de que siguen existiendo. Habitaciones con televisores o radios que emiten programas o música que ellos no podrían haber elegido.
Antes había llamado a su marido para ver cómo estaba. Me dijo que acababan de celebrar su 59º aniversario de boda la semana pasada. También dijo que su mente se está desvaneciendo lentamente debido al Alzheimer. Dijo que él sigue trabajando tres días a la semana, pero que está con ella cada vez que puede. De hecho, dijo, la residencia de ancianos dice que él está allí demasiado.
«Pero ahí es donde quiero estar. Quiero estar allí con ella y cuidarla. Parece que no puede encontrar el botón de llamada cuando tiene una necesidad. Ella ha estado ahí para mí todos estos años, yo quiero estar ahí para ella.»
Cuando los visité pude ver el amor en sus ojos por el otro. Un amor profundo y maduro que había resistido los años de criar una familia, servir en el ministerio y las múltiples mudanzas. Ahora se enfrentaban a lo que Ronald Reagan llamó «el largo adiós» del Alzheimer. Aun así, más de una vez ella me miró y dijo con claridad: «¡Dios ha sido tan bueno con nosotros!»
Aquí hay algunas cosas que pueden ayudar a cada uno de nosotros a cumplir nuestro deseo y promesa en el matrimonio «de tener y sostener hasta….» Mientras lees cada una de ellas, haz una oración a Dios comprometiendo de nuevo tu decisión:
Para quedarse
Cuando hicimos nuestros votos ante Dios y los testigos, hicimos una declaración y una promesa. No había ninguna cláusula de escape, ningún «fuera», ninguna opción para la búsqueda de la felicidad en una relación diferente.
Un matrimonio que perdura hace una elección. Nos decidimos a mantener nuestro compromiso con nuestro cónyuge.
Perdonar
La intimidad del matrimonio significa que habrá cosas que se digan, se hagan y se deshagan y que hieran. El perdón es una elección. Dice: «Elijo no guardar ________ contra ti». El perdón permite hacer cuentas cortas en el matrimonio. Mantiene las cuentas cortas y protege nuestros corazones de la amargura y el resentimiento. Elegiremos perdonar independientemente de cómo nos sintamos. (Puede leer más sobre el perdón aquí)
Mostrar gracia
En el matrimonio seguramente habrá irritantes, rarezas de personalidad, perspectivas diferentes y conflictos. Elegir mostrar gracia es mostrar favor y bondad cuando nuestro cónyuge puede no merecerlo. Elegimos no ser críticos, duros o exigentes. En cambio, decimos una oración y respondemos de una manera que revela a Cristo en nosotros.
Orar
Nuestros matrimonios prosperarán durante años de «tener y sostener» cuando nos comprometamos a orar el uno con el otro y por el otro. Conozca las peticiones de oración de su pareja. Ore por ellos a lo largo del día. Tómense de la mano y pídanle a Dios que bendiga su matrimonio y su familia.
Ciertamente hay otros aspectos para construir un matrimonio que perdure, pero estos cuatro son componentes clave para una base sólida para cualquier matrimonio. Comprométase con estas prácticas «para tener y sostener» y dará pasos significativos para construir su matrimonio.