El naturalista John Muir dijo una vez: «El poder de la imaginación nos hace infinitos». Pero una nueva investigación se opone a ello.
Dos investigadores de universidades británicas llevaron a cabo estudios de laboratorio y online para comprobar si la imaginación tiene realmente una conexión con el aprendizaje y la creatividad. Lo que encontraron puede sorprenderle.
La sabiduría convencional y una serie de citas de Albert Einstein implican que la imaginación es un requisito para el intelecto y que aquellos con una imaginación hiperactiva tienen más probabilidades de ser innovadores brillantes. Pero un reciente trabajo científico sugiere que lo que hemos asumido durante siglos puede no ser cierto.
«Descubrimos que la imaginación sólo está débilmente asociada con el rendimiento escolar y la creatividad», escriben los autores del estudio en el British Journal of Psychology.
La imaginación está, sin embargo, asociada con otro rasgo. Según la investigación, la imaginación -o «la creación de representaciones mentales de conceptos, ideas y sensaciones que no son percibidas contemporáneamente por los sentidos»- comprende «el 22,5% de la varianza en las creencias esquizotípicas».
¿Y qué es eso, se preguntarán?
El trastorno esquizotípico de la personalidad es un diagnóstico entre las personas que demuestran un comportamiento «extraño o excéntrico» y rara vez tienen amigos, según la Clínica Mayo. Quienes padecen el trastorno esquizotípico de la personalidad tienden a albergar un pensamiento «peculiar» y a menudo creen que existen poderes como la telepatía, explica la clínica.
Los autores del estudio concluyeron que su investigación indica que «la imaginación puede ser más indicativa de excentricidades cognitivas que beneficiar la acumulación de conocimientos o la producción de ideas novedosas y útiles.» Así que tal vez sea hora de dejar de idealizar la vida en un mundo de su imaginación – que puede no significar lo que usted cree que significa.