Acerca de los vómitos en bebés, niños y adolescentes
Los vómitos en los niños tienen muchas causas, pero las más comunes son enfermedades menores como la gastroenteritis o las infecciones del tracto urinario. A veces, incluso los resfriados pueden provocar vómitos en los niños.
Otras causas de vómitos son el mareo y enfermedades más graves como la apendicitis o la meningitis.
Algunos tipos de vómitos son normales. Por ejemplo, los bebés pequeños tienden a vomitar pequeñas cantidades de leche después de las tomas. Esto se conoce como reflujo.
Los vómitos son muy comunes en los niños. Pero puede ser una experiencia desagradable y aterradora para usted y su hijo. Puede ser útil saber que la mayoría de las veces los niños superan los vómitos muy rápidamente.
Síntomas relacionados con los vómitos
Los niños que vomitan suelen tener también dolor de estómago, diarrea y náuseas.
La deshidratación es uno de los riesgos graves de los vómitos, especialmente en los bebés pequeños. Los signos de deshidratación incluyen menos orina (con menos pañales mojados en los bebés), ojos hundidos, lengua y boca secas, pérdida de peso, cansancio y letargo.
¿Debe su hijo acudir al médico por los vómitos?
Debe llevar a su hijo al médico de cabecera si su hijo:
- vomita con frecuencia
- tiene un escaso aumento de peso debido a los vómitos.
Lleve a su hijo a un servicio de urgencias del hospital inmediatamente si:
- su hijo parece estar deshidratado: no hace pis o hace menos pipí de lo habitual, está pálido y delgado, tiene los ojos hundidos, las manos y los pies fríos, está somnoliento o de mal humor
- su hijo tiene el vómito manchado de sangre o de color verde brillante
- su hijo tiene un dolor de estómago intenso o persistente con vómitos
- le preocupa que su hijo esté muy mal.
Vómitos en proyectil
Los vómitos en proyectil se producen cuando los bebés pequeños vomitan el contenido de su estómago con mucha fuerza. Esto puede estar relacionado con una enfermedad grave llamada estenosis pilórica. Si su hijo tiene vómitos en proyectil que se producen con frecuencia y no parecen desaparecer, debe acudir al médico lo antes posible.
Usted es quien mejor conoce a su hijo, así que confíe en su instinto si su hijo no parece estar bien. Los signos de que su hijo tiene una enfermedad grave que requiere atención médica urgente incluyen dolor intenso, somnolencia, piel pálida o azulada, deshidratación, respiración dificultosa, convulsiones y disminución de la capacidad de respuesta.
Tratamiento de los vómitos
Si su hijo está vomitando, lo más importante es darle de beber a menudo pequeñas cantidades, por ejemplo, unos cuantos bocados cada 15 minutos. Lo mejor es agua o líquido de rehidratación oral. Esto ayudará a prevenir la deshidratación. Para saber si su hijo está bebiendo lo suficiente, compruebe cuánto orina.
Su hijo también necesita que le tranquilicen y le reconforten.
No debe utilizar medicamentos de venta libre para detener los vómitos en los niños. Los efectos secundarios de estos medicamentos pueden ser muy graves. A veces los médicos recetan medicamentos para detener los vómitos, pero sólo lo hacen después de una revisión médica adecuada.
Si su bebé sufre de reflujo gastroesofágico, varias estrategias de tratamiento pueden ayudar. Lo mejor es empezar por acudir a su médico de cabecera o pediatra.