2. Encuentra un lugar de trabajo que prefieras: Encuentra un lugar de trabajo adecuado que sea cómodo y prepárate para pasar allí tus nervios de última hora. Abandona la cama, eso hará que tu modo de dormir se active.
3. Reúne tus requisitos y deshazte de las distracciones: Prepárate con tu papel, apuntes, libros de texto, botella de agua. Deja el teléfono lejos de tu zona de estudio, apaga el wifi. Practica en papel.
4. Haz un plan rápido: Como tienes muy poco tiempo y es casi imposible cubrir todo el temario, elige algunos temas importantes para cubrir y haz una lista. Es posible que no puedas terminar todo, sin embargo, siempre es mejor dominar un tema a la vez que ser una jota de todo.
5. El tiempo a ti mismo: Al contrario de no tener apenas tiempo, es mejor utilizar el tiempo restante con criterio. Distribuye tu tiempo en partes para cubrir los temas importantes de tu lista. Si crees que hay un tema complicado, date más tiempo para repasarlo.
6. Prioriza y ponte a trabajar: Oblígate a ponerte a trabajar de verdad. Por muy difícil que parezca, tienes que ponerte en marcha. Si en algún momento te atascas, no te estreses, sáltate la tarea y vuelve a ella más tarde, si el tiempo lo permite.
7. ¡Toma descansos! Te lo mereces: Permítete un lujoso descanso de 5 minutos cada media hora. Baila, navega por las redes sociales y come. Vuelve directamente al trabajo al final del quinto minuto.
8. ¡Come! Tu cerebro también necesita comida: La comida mantiene tu cerebro sano, come algo sustancioso para mantenerte lleno, si estás trabajando toda la noche. Manténgase hidratado mientras trabaja.
La cafeína es su santo grial, lo entendemos. Si te pone nervioso, aléjate.
9. Habla con alguien, estás en el mundo de los vivos: No te machaques demasiado. No dejes que la presión te consuma. Hay vida fuera de los exámenes, haz una llamada rápida a alguien o visita a un ser querido para mantenerte cuerdo.
10. Duerme y despierta de nuevo: Dormir te ayudará a rendir mucho más. El descanso ayuda a tu cerebro a procesar la información que has metido. Despiértate. Mantente alerta, toma una ducha fresca, toma aire fresco y asegúrate de desayunar. Saltarse el desayuno el día del examen es un completo no, no!
11. Echa un último vistazo a tus apuntes antes de entrar en el campo de batalla: Repasar tus apuntes antes de entrar en la sala de examen, ayuda. No lo hagas hasta el último momento. Tómate unos minutos para tranquilizarte. No te olvides de respirar.
12. Respira profundamente, no te pongas tenso: No dejes que la tensión te afecte. Lee atentamente todas las preguntas y contesta primero las que conozcas mejor y el resto después. No te olvides de mirar el reloj. El tiempo es rápido. No dediques demasiado tiempo a una sola sección. Y ya está, ¡hecho! Ahora puedes celebrarlo.
Ha sido un paseo infernal, ¿verdad? Moraleja de la historia: Nunca, nunca dejes las cosas para el último minuto.