La muerte súbita inesperada puede tener muchas causas

EN EL ÚLTIMO MES, me he enterado de dos casos impactantes de muerte súbita inesperada en mascotas sanas. En el primer caso, una propietaria salió por la tarde, dejando a sus tres perros en la cocina, como es habitual. Cuando regresó, uno de sus perros – un alegre cruce de Collie de dos años que no había mostrado ningún signo de enfermedad – estaba allí, completamente sin vida.

El perro había muerto en su ausencia, sin dejar pistas sobre la causa. No había hemorragia, ni traumatismo, ni veneno, ni nada sospechoso como cables eléctricos desnudos cerca. Era como si el perro hubiera caído muerto literalmente sin motivo alguno.

En el segundo caso, la dueña ni siquiera salió de su casa. Una de sus gatas – una sana de seis años – había comido y jugado como de costumbre ese día. La subió a su lugar favorito en la parte superior del armario para que durmiera, como de costumbre. Unas horas más tarde, al no haber bajado como de costumbre, cuando su dueña fue a buscarla, se quedó consternada al encontrar su cadáver. Parecía estar dormida, con las patas cruzadas y las orejas gachas. De nuevo, parecía que la vida la había abandonado de repente, en un instante.

En ambas situaciones, los dueños estaban devastados y conmocionados. ¿Cómo pudo ocurrir esto? Se sentían impotentes: ¿qué podrían haber hecho de otra manera? ¿Cómo podrían haber evitado las muertes? Y estaban preocupados: ¿podrían sus otras mascotas sufrir el mismo destino?

El aspecto más frustrante era que no había pistas sobre la causa de la muerte. Cuando llamaron al veterinario, les dijeron que la única manera de encontrar una respuesta sería organizar una autopsia. Es comprensible que muchos propietarios no lleven a cabo la autopsia, por tres razones principales.

En primer lugar, puede ser difícil someter el pacífico e impoluto cuerpo de un animal muy querido a este procedimiento invasivo. Es posible hacer autopsias cosméticas, con una mínima interferencia visible en el cuerpo del animal, para poder verlas después. Pero estas autopsias rara vez son tan exhaustivas o completas como un examen post mortem estándar, y es más probable que no sean concluyentes. Y en cualquier caso, muchas personas se sienten demasiado implicadas emocionalmente con su mascota, y demasiado conmocionadas: no quieren tener esa sensación de que están haciendo pasar a su mascota por algo.

En segundo lugar, las autopsias pueden ser caras, llegando a costar hasta un par de cientos de euros. En estos tiempos de dificultades económicas, es fácil que la gente piense que es un dinero que no hace falta gastar. Al fin y al cabo, su mascota ha muerto y nada la devolverá. ¿Por qué gastar dinero en algo que no va a hacer ninguna diferencia real a la tristeza de la situación?

En tercer lugar, no hay garantía de que una autopsia encontrará una respuesta definitiva. Mientras que hay algunos casos en los que hay una causa clara y evidente de la muerte, hay otros en los que el cuerpo parece sano en todos los sentidos, incluso en un examen interno detallado. A veces, el corazón simplemente deja de latir, sin ninguna razón discernible. Puede ser doblemente frustrante comprometerse emocional y económicamente con una autopsia, sólo para permanecer en la oscuridad sobre la causa de la muerte.

Siempre animo a los propietarios a invertir en una autopsia: es la única manera de acercarse a la comprensión de lo que ha sucedido. Muchas personas están profundamente traumatizadas por las muertes repentinas e inesperadas, y el proceso de asimilación de la pérdida puede verse favorecido si se identifica la causa específica. Además, si hay otros animales de compañía en la casa, a menudo se teme que puedan correr la misma suerte. Si se puede especificar la causa de la muerte con precisión, esta preocupación puede desaparecer. Pero comprendo perfectamente que una autopsia no es la elección de todo el mundo.

Entonces, ¿cuáles son las razones más comunes de las muertes inesperadas en las mascotas? Las tres áreas más probables de ser afectadas son el cerebro, el corazón y los pulmones, que son las partes más «críticas» del cuerpo. Si algo impide repentinamente que estos órganos funcionen, la muerte puede sobrevenir rápidamente.

Hay una larga lista de posibles causas externas: una descarga eléctrica puede hacer que el corazón deje de latir instantáneamente, pero normalmente habrá alguna evidencia, como un cable desnudo expuesto. Hay muchos venenos comunes que pueden afectar al cerebro y a los pulmones, y no siempre son obvios: algunos ejemplos son los gatos que rozan los lirios y los perros que ingieren chocolates. Los animales pueden atragantarse con objetos, causando una obstrucción repentina y completa del aire en los pulmones, y esto a menudo no es visible en un examen superficial.

También hay muchas razones internas para la muerte: una hemorragia espontánea puede ocurrir en el cerebro, el corazón o los pulmones, causando la pérdida inmediata de la función del órgano, seguida rápidamente por la muerte. Los coágulos de sangre aleatorios pueden tener un efecto similar, bloqueando repentinamente el flujo de sangre a un órgano, lo que provoca un cierre instantáneo. Los animales pueden sufrir un problema similar al Síndrome de Muerte Súbita del Adulto humano, cuando el ritmo del corazón se vuelve errático sin razón conocida, provocando una parada totalmente inesperada del corazón.

Cualquiera que sea la causa, estas muertes aleatorias de las mascotas a menudo causan una profunda angustia emocional. Mi solidaridad con todos aquellos que han tenido la desgracia de perder una mascota de esta forma tan devastadora.

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