Los recortes de COVID-19 a la educación superior hunden la financiación de la misma
- Robby Korth
Los recortes de COVID-19 a las universidades han llevado a una asignación estatal inferior a la del año 2000.
Los Regentes del Estado de Oklahoma para la Educación Superior aprobaron el viernes una asignación por valor de 770 millones de dólares. Antes del cambio de siglo, durante el año fiscal 1999-2000, el sistema obtuvo 739 millones de dólares del estado. Y en 2001, hace dos décadas, su presupuesto de 814 millones de dólares superaba la situación actual del sistema.
Oklahoma se ha quedado constantemente a la zaga del país tras la recesión de 2008. Mientras que las universidades de todo el país vieron un aumento en los fondos estatales, los legisladores de Oklahoma continuaron recortando el presupuesto de educación superior del estado.
Entre 2015 y 2020, la financiación de la educación superior por parte de los estados aumentó en promedio un 18,8%, lo que representa 15.300 millones de dólares en total. En Oklahoma, la financiación cayó un 18,6% o 195 millones de dólares, según la encuesta Grapevine, realizada por la Universidad Estatal de Illinois. La encuesta mide el apoyo estatal a los colegios y universidades de todo el país.
Oklahoma fue uno de los únicos cinco estados en los que se produjo un descenso en ese periodo.
Los recortes trasladan los costes de la educación superior a los estudiantes y eso ha provocado un crecimiento de las matrículas y las tasas que supera la tasa de inflación en todo el país.
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