Cuatro Ruedas

MG MGB
Como todo roadster, circulaba casi sentado sobre el eje trasero Marco de Bari

Fabricante tradicional inglés, la MG Car Company se hizo famosa a partir de 1928, cuando el modelo Midget J1 definió la propuesta de la marca: deportivos rápidos, ligeros y baratos comprometidos con el placer de conducir. De ella surgieron la Serie P, la Serie T y el MGA, pero ninguno tuvo tanto éxito como el MGB, que desde 1962 tiene el título del deportivo más popular jamás fabricado por la compañía de Oxford.

Creación de John Thornley, director general de MG, el coche se inspiró en el Aston Martin DB2/4: sería un coupé cerrado con más espacio para el equipaje. Con un retoque de estilo realizado por Pininfarina, no llegó al mercado hasta 1965, con el apellido GT. Pero para servir a los Estados Unidos la prioridad era el roadster.

El MGB era bueno, bonito y barato: con sólo 3,89 metros, fue el primer MG con estructura monobloque. Del MGA heredó la mecánica: la suspensión, los frenos (de disco delanteros) y el motor de sonido con válvulas en la culata aumentado a 1,8 litros, con dos carburadores SU. Así, sus 870 kg necesitaron sólo 11,2 segundos para llegar a los 100 km/h. La máxima era de 168 km/h, muy buena para la época.

MG MGB
Con poco peso, no necesitaba cientos de caballos para ir rápido Marco de Bari

No era el más rápido ni el más veloz, pero figuraba entre los más deseados: ningún otro ofrecía tanta diversión por tan poco. Al igual que sus predecesores, costaba una fracción de los deportivos más caros y potentes y no se quedaba atrás: en manos hábiles, podía seguir el ritmo del Lotus Elan, el Austin Healey y, dependiendo de la pista, incluso del Jaguar E-Type. Se convirtió en una sensación en Estados Unidos, donde dio muchos problemas a los muscle cars e incluso al Corvette.

La posición de conducción colaboraba con la conducción: el punta-tacco era instintivo, dado el amplio espacio para las piernas, y el volante estaba cerca del tórax, como corresponde a un deportivo. El cambio de cuatro marchas era un placer aparte: bien posicionado, sus cambios eran suaves y seguidos de un delicioso pop metálico. No había servofreno, pero a pesar del esfuerzo, la modulación de los frenos era perfecta.

MG MGB
Tablero de instrumentos completo, típico del Marco de Bari inglés

El cromo se limitaba a lo esencial: parrilla, parachoques y frisos, además de un encantador soporte central en el panel para reforzar la estructura del parabrisas. En el interior, sólo dos concesiones al lujo: guantera y ventanas abatibles. El asiento trasero era exclusivo del GT coupé, pero de poca utilidad: servía más bien para ocultar las dos baterías, colocadas para igualar el reparto de pesos entre los ejes.

Continuó tras la publicidad

Pronto se convirtió en el «Aston Martin de los pobres», en alusión al nivel de calidad y popularidad. El apodo cobró sentido en 1967, cuando recibió un nuevo seis cilindros de 2,9 litros y 145 CV: más rápido y veloz, pasó a llamarse MGC y pasaba de 0 a 100 km/h en 10 segundos, alcanzando los 193 km/h. A pesar de ello, tuvo poco éxito y sólo duró dos años.

Las mejores prestaciones no llegarían hasta 1973, con la llegada del V8 de aluminio de Rover: con 3,5 litros, era menos potente que el seis cilindros del MGC, pero mucho más generoso en par. Exclusivo del coupé GT, mantuvo su punta de 193 km/h, pero proporcionó vigorosas aceleraciones: sus 1.100 kg pasaron de 0 a 100 km/h en sólo 8,3 segundos. Aun así, se vendió como pan caliente: Estados Unidos consumió el 80% de la producción, frente al 15% de los británicos.

El MGB de la foto pertenece al coleccionista Daniel Castaldelli y es un modelo de 1980 de la última hornada: la producción finalizó ese año. A pesar de las buenas ventas, la operación era deficitaria, lo que provocó el fin de la fábrica, una estrategia del plan de recuperación de British Leyland, propietaria de MG desde 1968.

Inconformes, los fans de la marca se movilizaron para mantener vivo su legado, lo que devolvió al mercado a la empresa que produjo nada menos que 500.000 MGBs en 18 años en la carretera.

Fabricado en Reino Unido

MG6 1.8 Turbo - ed. 8/2011
– Marcos Camargo

MGMG6 volvió a la actividad de la mano de Rover en los años 80, pero volvió a cerrar sus puertas en 2005, siendo posteriormente adquirida por el grupo chino Nanjing. En lugar de coches deportivos, hoy produce, todavía en el Reino Unido, el compacto MG3 y la familia MG6, compuesta por un hatch y un sedán (en la foto), este último vendido en Brasil entre 2011 y 2014.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.